REAL LIFE
02 de Febrero del 2014 a las 03:16:13 1 Leído (389) veces
Toda soledad tiene cura, salvo aquella que se sufre en compañía de muchos. Este poema cuenta la historia que tienes al otro lado de la ventana, con sólo abrir la puerta, al cruzar la calle…
Había una vez una nevera vacía,
un microondas sobreexplotado,
una triste barra de cocina
y un taburete abandonado.
El alba llega despacio,
la vida pasa deprisa…
Había una vez una ciudad gris,
una soledad sin cura
y cuando el cielo se tiñe de añil,
los autómatas se cruzan.
Nadie se toca, nadie se mira,
nadie se habla…
Toman direcciones mil,
se separan con premura,
nadie sabe que decir
y a nadie le importa, sin duda.
El tedio pasa despacio,
el invierno llega deprisa…
Y sin abrazar, sin ver,
sin susurrar…
… pasan la vida.