Comentario realizado por: Gregorio Vigil-Escalera Alonso - 2007-10-22 00:00:00
Título obra: Suburbio - APintado La realidad se esconde en la inocencia. Es lo inefable. La ciudad se despliega entre casuchas y calles sucias. Las construcciones ulceran como lepra cianótica que deja su lividez. Algo se devora. Tal vez aquel fervor místico que impartía su fuerza a una naturaleza que rescataba su propia naturaleza. La ciudad se enturbia y es incapaz de recobrar su perdida coloración. Todo se va. La entraña. También ella está condenada a perecer. Extiendo sobre los muros una mirada exploradora. Las dos ciudades se definen. La de los tugurios, la de los bares, la de los prostíbulos baratos. Y la otra. La fastuosa, la de los palacios. Los mármoles, los cristales, los bronces, las finas maderas. La de las luces y la flora. Ambas se distancian y reúnen cuando el sol hunde su disco de fuego en un mar turquesa. La atmósfera es sensual y promisoria. La vida nos deja innumerables minutos de contemplación que querrían ser eternos ante lo que se crea y construye, ante las metamorfosis que se encuentran en cada minuto. Esta es una de ellas. Viene el descanso. Que nos acompañe duarnte nuestra ceguera. |