Comentario realizado por: Gregorio Vigil-Escalera Alonso - 2007-03-22 00:00:00
Título obra: retarto - ANRI Este pintor tiene claro que su obra está basa en la supremacía del color, de la forma y de la textura. Prescinde de todo elemento ajeno a esta tríada y en base a ella acomete un proceso de investigación, de depuración, con distintas técnicas (lápiz, ácuarela, digital, etc.) hasta que que el soporte fuertemente impregnado unas veces, plácidamente conformado en otras, adquiere la paradójica fisonomía de lo etéreo. Volutas, nebulosas, remolinos, manchas, que estructuran un paisaje emocional pero también físico, un caos de filigranas que son como reflejos de los meandros plásticos de un pensamiento en ebullición. Formas que no quieren serlo y que el color amalgama y retuerce, gritos que quieren serlo pero que se diluyen en un paraguas cromático casi sonoro. Hay notorias influencias -¡quien parte sin ellas, sin ese caudal primario!- y un hondo deseo de desmarcarse de ellas. En algunas ocasiones la densidad es tan fuerte que se transforma en una materia que envuelve la mirada en un laberinto volcánico. Sin embargo, todavía ese proceso de búsqueda no ha hallado el rumbo definitivo, si es que hay algo definitivo, que concilie los diversos aspectos que conjugan su obra, esa coherencia, esa complementariedad que define un grado de plenitud, un marchamo de consistencia, de cultivo de unos valores originales, propios. Ese camino de definición es absolutamemente necesario, pues permite y obliga a la experimentación, la reflexión y la sedimentación del trabajo, y es cuestión de tiempo que dé sus frutos. Espero que en este caso concreto no se haga esperar demasiado. Este es el momento que precisamente caracteriza a este pintor y su obra a la vista de lo que ha expuesto |