Comentario realizado por: Gregorio Vigil-Escalera Alonso - 2006-11-21 00:00:00
Título obra: El abuelo II - Blanco Este lienzo ilustra la práctica pictórica de principio del Renacimiento, cuando la falta de color que mostraban los cuadros de entonces evocaba de forma simbólica el mundo del mal, de la miseria, de la enfermedad y de la muerte al que el hombre estaba condenado. En este caso concreto tendríamos que añadir la vejez. Pero después, al abrirse al color, el predicador les auguraba la promesa de un mundo mejor, con el que podían soñar y del que debían ser merecedores. Y también podemos encajarlo en la polémica desatada entre los defensores acérrimos del dibujo (el pintor Cennino Cennini lo consideraba el fundamento de todas las artes) y los del color (especialmente Tiziano, cuyo empleo de los colores conferían a los seres vivos una fuerza de ilusión nunca antes lograda). Posteriormente, los defensores de la preeminencia de la línea reconocerían a Poussin como su modelo ejemplar. Por el contrario, los rubenianos definieron la cromática como el alma y la conclusión última de la pintura, el único aderezo capaz de ilusionar al espectador y de provocarle el maravilloso placer que experimenta al contemplar un cuadro. No cabe duda que la observación del pasado ilumina el presente. |