"HERMEL OROZCO, METÁFORAS AL ÓLEO ESCULPIENDO EMOCIONES"

23 de Febrero del 2009 a las 21:01:35 0 Leído (755)



                  “HERMEL OROZCO, METÁFORAS AL ÓLEO ESCULPIENDO EMOCIONES” 


Comentar la obra de Hermel Orozco Domínguez, es un viaje a la reflexión, es entrar en un mundo que sólo a él le pertenece, pero que lo quiere compartir con todos aquellos que en sus ojos y en su mundo quieran descubrir su arte; cada vez que Hermel se planta ante un lienzo en blanco, su quehacer es una constante búsqueda del hilo comunicante entre el espectador y el universo que encierra en cada lienzo, busca despertar sensaciones, busca plasmar un encuentro con la humanidad a través de los sentimientos, atrapados tal cuales en estado puro, que sirvan de referente para sensibilizar al hombre.

Busca atrapar en su pincelada las utopías, la ternura, el amor, la frustración, la desesperación, los miedos, la soledad, el horror, la pobreza, el hambre, el sufrimiento y el abandono, para que se quede en la retina y encienda la llama de la solidaridad, para que despierte la sensibilidad, ese pequeño halo del ser humano que con el paso del tiempo vamos perdiendo.

Su procedencia andina le ha permitido estar en contacto visual con la pobreza de la gente, situación ante la que no puede sentirse ajeno, y es a través de sus obras que quiere dejar testimonio de la desventura, la desesperanza y el olvido social, para que el mundo cambie de cara.

Para entender el universo plástico de este artista, un día le pregunté: ¿Por qué pinta estos temas?, contestándome reflexivo, "porque es mi sentir, es mi lucha con la vida y sus injusticias, es tan solo el testimonio de lo que ven mis ojos, apuntes de lo que palpa mi alma; no pretendo juzgar con mi pincel, para eso están los ojos del hombre y luego que juzgue quien tenga que juzgar".

Agregando luego, "para mi como pintor, del mundo en el que vivimos, me interesa muchísimo el hombre y sus problemas, por eso, de él y su desventura dejo testimonio en mis lienzos, expresando las desventuras, verdades y contradicciones de la vida, verdades amargas que ocurren cada día ante los ojos impasibles de la gente". 

La pintura de Hermel Orozco, es profunda y personal, ata en un puño el sufrimiento hecho voz en el color que él maneja con maestría; ejecuta la idea con trazo salvaje e inocente a la vez, su pincelada es espontánea pero segura, acompasada con fuertes colores para llamar la atención del mundo en los ojos del espectador. En este sentido, Hermel advierte: "igual a la gente no le gusta mirar la cara oculta de la vida, igual le causa rechazo ver pintado el dolor y la soledad del hombre en mis lienzos; sin embargo, la realidad es mucho más dura y grotesca; incluso al espectador pueda no gustarle mis cuadros por esperar algo que no vaya más allá de la estética, pero con seguridad no se quedarán indiferentes". 

Lo importante para este pintor, es que al final de su lucha con el pincel, quede el mensaje de la cruda realidad, que es lo que hace bello el atuendo del lenguaje que utiliza, porque le regala sentimientos al arte que en estos tiempos que corren muchas veces ya no expresa nada.

Sus obras son un constante peregrinar de alegorías y metáforas en ebullición, donde se debaten desasosiego, entre sombras que se ven, vacíos que se cruzan, miradas que se apagan, pasos que se pierden, especies lánguidas, seres humanos amorfos que cobran vida como reclamo en la exageración de las formas, para que se les escuche, para que su silencio tenga voz, para podernos quitar el velo de la indiferencia.

Hermel Orozco es un digno exponente de la pintura ecuatoriana y admirador de la obra de GUAYASAMÍN; es un pintor con talento, con imaginación y destreza, le gusta investigar y en su afán por expresarse en su arte, ha encontrado su propio lenguaje que lo hace trajinar en su pincel, explorando los caminos del expresionismo, simbolismo y surrealismo.


Hermel, es todo un portento del expresionismo actual de su país, es capaz de lograr con su pincel que la emoción congele el instante en su máximo esplendor, haciendo que el sentimiento haga de comparsa en la mirada, en la contemplación de su obra, llevándonos al parto de la expresión ante el asombro; se rebela a la formalidad, transgrede lo académico para que prevalezca la idea.

Es un pintor con talento que vive el arte a través de la pintura, en la que, como si fuera un escultor de emociones va plano a plano tamizando con su espátula el volumen, separando con maestría el vacío de las formas, para dejarnos la sensación de haber esculpido un sentimiento, una escultura en el lienzo que hay que palpar con la imaginación mientras se recrea la mirada. 

Su capacidad creadora y su buen hacer, le han dado el aval suficiente para que su obra se encuentre en poder de importantes colecciones de Europa y América, así como en manos de particulares de diversos países.


Jorge Ernesto Ibáñez Vergara
Poeta, promotor y crítico de Arte

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