En la técnica del grabado el trabajo inicial del artista consiste en la elaboración de una matriz, también llamada plancha, en la que se realiza el diseño de la representación en negativo. Una vez entintada la matriz se traspasa el diseño generalmente mediante presión al soporte definitivo, que en la mayoría de los casos es papel. Dicho proceso puede repetirse tantas veces como desee el artista y de acuerdo siempre con las limitaciones específicas de cada técnica. El proceso de impresión se denomina estampación y el papel resultante recibe el nombre de estampa.
El grabado posee una peculiaridad sobre el resto de las artes plásticas, que es su multiplicidad. Este carácter multiplicador de la obra gráfica, permite al artista aumentar su presencia y difusión en el panorama artístico.