Arte urbano: nacido en la calle
23 de Marzo del 2012 a las 18:55:56 0 Leído (123)
Repasamos el origen y evolución del movimiento y ponemos nombre a sus grandes exponentes
La wikipedia se refiere a él, en primer término, como el arte nacido en la calle, frecuentemente de forma ilegal, pero lo cierto es que la definición de arte urbano es tan cambiante como el propio ritmo de las ciudades. Su emblema es el graffiti, pero abarca formas de expresión cada vez más variadas, y si bien se suele considerar a París, Londres, Berlín, Lisboa, Sao Paulo, Toronto, y quizá también Barcelona, como las localidades con mejores y más numerosos exponentes de estas creaciones, ya no hay prácticamente capital europea o americana que escape a contar con ejemplos de Street Art de cierta calidad.
PRIMEROS PASOS
Se considera que el arte urbano dio sus primeros pasos como tal en el París de la segunda mitad de la década de los sesenta, cuando comenzaron a verse en los muros de la Ciudad de la Luz inscripciones con mensajes políticos realizadas con plantillas (stencil); pero hubo que esperar a mediados de los noventa para que comenzará a estudiarse el fenómeno del arte urbano de forma global, percibiendo las manifestaciones de este tipo surgidas en diversas ciudades del mundo como parte de un mismo fenómeno. Tuvo mucho que ver en ello el norteamericano Shephard Fairey y su campaña Obey. Su mensaje original era casi inexistente y no parecía haber en ella más propósito que el de llamar la atención sobre su autor, pero ha sido parafraseada y homenajeada en muchos ocasiones por su valor pionero entre los artífices de la cultura urbana.
En realidad un cierto grado de narcisismo tiene mucho que ver con los primeros pasos del arte urbano. Por aquellos años, en 1960, Cornbread, de Filadelfia, junto con su compañero "Kool Earl" ayudaron a popularizar el graffiti en Norteamérica mientras buscaban fama. Cornbread comenzó a grafitear, para llamar la atención de la chica que le gustaba, con unas firmas (tags). Pronto esta actividad se convertiría en su profesión a tiempo completo, tanto que llegó a ser recogida por la prensa negra, creándose una retroalimentación entre ambos: cada cierto tiempo, los periodistas sugerían algún proyecto que Cornbread ponía en marcha, como cuando estampó su firma en el avión en el que los Jackson Five aterrizaron en Philadelphia. Tiempo más tarde, esa subcultura urbana se reprodujo en Nueva York en estrecha relación con la música hip-hop.
En 1967, los edificios de la Gran Manzana ya eran un mar de graffitis que comenzaban a reflejar el cambio social de una nación y su demanda de paz e igualdad racial. En aquella etapa se comentaba el gasto que suponía para las autoridades la limpieza del metro (300.000 euros). El status del graffitero aumentaba en función de la peligrosidad del lugar donde dejaba su huella.
Otro de los pioneros fue un joven de Washington Heighs llamado Demetrius, que comenzó a escribir "TAKI" y el número de su casa, "183" en toda pared, marquesina de autobuses o monumento público que encontrara. Es evidente que estos artistas, como los que estampaban su nombre o pseudónimo en tags o piezas (masterpieces) buscaban notoriedad. A diferencia de ellos, quienes se servían de plantillas y pegatinas trataban de entablar cierta comunicación con el transeúnte.
Una década más tarde, Basquiat, junto con Al Díaz, (SAMO), dejaban sus mensajes crípticos, tags y graffitis, en las calles de Nueva York, tal como lo hacían otros jóvenes de los barrios de Brooklyn y el Bronx, que cubrieron de pintadas tapias, vallas publicitarias, andenes, túneles y vagones del ferrocarril metropolitano. Algunas de aquellas obras eran anónimas y despolitizadas, otras, muy críticas con el establishment político-social.
En ese mismo contexto desarrollaba su producción Keith Haring, dedicado tanto al arte como al activismo social. Su trabajo refleja el espíritu de la generación pop y la cultura callejera de aquel Nueva York de la década de los ochenta. Su iconografía intercalaba elementos sexuales, platillos volantes, personas y perros, animales y figuras danzando o corriendo, bebés gateando, halos, pirámides...Su modo de abordar el poder y el miedo a la tecnología sugiere angustia y capta la inquietud moral de Haring, como Basquiat, tempranamente fallecido.
Europa recogió el testigo de aquel auge graffitero a través del mítico vídeo Style Wars, que reflejaba lo que ocurría en el panorama neoyorquino. También tenía al graffiti como protagonista, aunque secundario, la legendaria película Beat Street.
A GRANDES RASGOS
Si algo caracteriza al Street Art alrededor del mundo es su diversidad. Las intenciones de sus autores son variadísimas: no todos manejan el lenguaje de la subversión y la ironía (muchos sí), no todos tratan de incitar en el público reflexiones sociales ni políticas (en muchos casos, es su propósito), pero sí que buscan llamar nuestra atención, sorprendernos al ocupar un espacio público no concebido inicialmente para albergar obras de este tipo, al convertir la calle en un museo al aire libre, en definitiva, al liberar el arte de su supuesto "público objetivo".
El estarcido y la pintura en spray son las técnicas más populares entre las vinculadas a la creación urbana, aunque, por supuesto éstas son casi ilimitadas y alcanzan el pegado de tiritas con mensaje en los semáforos o el encaje de bolillos.
Hay que resaltar una cierta ambivalencia en el movimiento graffitero y entre los autores de arte urbano en general: la búsqueda de una identidad individual y a la vez colectiva. Cualquier artista urbano que se precie debe tener un estilo propio que le identifique y además, algo que nos de pie a reconocer su lugar de origen.
LOS IMPRESCINDIBLES
Entre los americanos, tenemos que hablar de Gerardo Yepiz, "Acamonchi", artista mexicano underground, introducido desde los ochenta en la contracultura de los magazines y del skate punk; a Bask, checo criado en EEUU célebre por el uso de drips (gotas de pintura que se derramen sobre la superficie, creando texturas espesas). Además lleva a cabo pinturas con plantillas en las que pinta personajes y collages.
Buff Monster comenzó a pintar con spray, pero pronto se pasó a los pósters y se ha hecho conocido por su monstruo Buff, habitual en las calles de Los Ángeles. Flower Guy se inició con aerosoles y plantillas en el suelo de las calles neoyorquinas. En 1993 creó su icono de la flor, que imprimió en papel usando serigrafía. Swoon (por fin una mujer) realiza carteles a base de recortables que ella misma recicla.
Entre los europeos, comenzaremos por el italiano 108, que se inició con el graffiti a comienzos de los noventa y ha ido simplificando su estilo paulatinamente. Son célebres sus manchas amarillas en forma de ameba.
Es absolutamente imprescindible mencionar a Banksy, el graffitero británico e internacional más conocido entre el gran público pese a su constante búsqueda de anonimato. A principios de los 80 comenzó a pintar con spray en Bristol, su supuesta ciudad natal, y después pasó a las plantillas. Ha logrado colocar fakes o falsas pinturas en museos como el Louvre o la Tate Gallery y en su obra muestra un humor tan ácido como brillante. Su película película Exit through the gift shop, proyectada en medio mundo, está siendo un éxito.
Tampoco podemos dejar de hablar de Nich Walker, quien trabaja sobre todo con lienzos, combina plantillas y dibujos, y logra efectos casi fotorrealistas. En 2002 fundó su marca de camisetas "Apish Angel" y también ha diseñado graffitis para los films "Eyes wide shut" y "Juez Dredd".
Pisa 73 es uno de los máximos exponentes del arte urbano alemán. Muy influido por Bansky, diseña, pinta camisetas y expone lienzos. Además, experimenta con pegatinas, pósters y plantillas.
Recientemente se habla mucho del que llaman "Banksy ruso", un joven de 28 años que responde al nombre de Pavel y que trabaja en Moscú bajo el pseudónimo de P183. Como el británico, quiere continuar en el anonimato, pero, intencionadamente o no, ya ha logrado que The Guardian, The Daily Mail, Le Figaro, The New York Times y, aquí en España, ABC y El Mundo, hayan publicado imágenes de sus obras. Lo cierto es que muchas de ellas ya han desaparecido, algunas porque son voluntariamente efímeras, otras, las consideradas subversivas, porque son borradas de inmediato. En general, son monumentales y muy realistas.
EN ESPAÑA
Ya entre los españoles, Dr Hofmann es uno de los primeros miembros de la cultura alternativa del graffiti madrileño. Ha trabajado con diferentes tipos de letra y con una imaginería muy personal. Forman dúo El Tono y Nuria (Mora). El Tono, de origen francés, lleva más de una década trabajando con pegatinas y pósters y ha intervenido en el paisaje urbano madrileño efectuando líneas de colores en casas antiguas. Nuria, que cada vez desarrolla más proyectos individuales, busca promover una reflexión sobre el uso del espacio público y privado analizando y experimentando con la intersección que se produce entre ambos lugares. Parte de esquemas geométricos definidos para desarrollar en torno a ellos posibilidades infinitas, aunque también se sirve de motivos florales. Sus trabajos critican la industrialización del lenguaje artístico.
Hace medio año Lunwerg publicaba Los nombres esenciales del arte urbano y del graffiti español, una obra de Mario Suárez que ofrece una mirada panorámica sobre el recorrido, más bien breve pero fecundo, del Street Art en nuestro país, desde la Movida (y sus rastros en Malasaña o Lavapiés) hasta las intervenciones legales de La Noche en Blanco. En el libro se estudia a artistas como el colectivo Boa Mistura, un grupo de graffiteros que comenzaron de jóvenes en su barrio madrileño de Alameda de Osuna y cuya obra es ahora más gráfica e icónica; a Suso33, que comenzó su trayectoria callejera en los 80 y ahora vende en galerías de arte y a creadores que sólo hacen obra conceptual en la calle, así hasta cerca de cien nombres. Podemos mencionar a Kapi, Fase o Musa (Barcelona); Zeta, Glub y Kool (Madrid); Loco13 y Tom Rock (Alicante); Freeze Rockers (Sevilla); Nase y Ova (Palma); Crudel (Lleida) o Zippo (Zaragoza). Promesa a tener en cuenta: Rallito X, barcelonés que actualmente reside en Berlín.
En declaraciones de Suárez a Elninho naranja: El arte urbano español en los ochenta fue algo único, aislado. Los Flecheros crearon un imaginario especial, nunca repetido en otra parte del mundo. En los noventa empiezan a sufrir influencias neoyorquinas, y ahora mismo el arte urbano español es igual al arte urbano de cualquier otro país, la globalización también ha llegado a los graffiteros, aunque muchos no quieran reconocerlo. Internet y las compañías aéreas low cost han promocionado esto, pero es algo bueno, porque también es conocimiento de otros artistas y otras formas de trabajo.
Resulta complicado calcular el número de exposiciones que museos consolidados, y no siempre modernos, han dedicado al arte urbano internacionalmente (sin ir más lejos, aquí en España el MUSAC o La Casa Encendida han ofrecido proyectos interesantes en este sentido), pero quizá la muestra que marcará un antes y un después en la toma en prestigio del Street Art fue la que, bajo este mismo título, acogió la Tate Modern en 2008. En ella participaron Blu, JR, Nunca, Os Gemelos, Faile y el español Sixeart. La exhibición se completó con un Street art walking tour en el que tomaron parte creadores madrileños como 3TTMan, Spok, Nano 4814, Eltono y Nuria Mora, que pintaron las paredes exteriores de esa sede de la Tate. Mora, además, ha desarrollado una instalación para Loewe en Tokio y un proyecto para la Fundació Joan Miró de Barcelona y recientemente participó en la muestra "Grafika", en el Instituto Cervantes junto a Rorro Berjano, Javier Calleja, Álex Castañeda, EME, Eltono, Fernando Elvira, Freak La Notte, Sergio Mora, Daniel Muñoz (SAN), Nano 4814, El niño de las pinturas, Okuda San Miguel, Ima Picó, Silvia Prada, Carlos Orta, Pepa Prieto, Almudena Rodríguez, J. J. Rosado, Gonzalo Rueda, Rubén Sánchez, Savage Girl, Seleka, Marta Serna, Sixeart, SpY, Emilio Subirá, Suso33, Antón Unai y Zosen.
Cerramos con una cita de E100ink, recogida en el el libro de Mario Suárez: Cuando intervienes un espacio público, la sutileza es tu herramienta principal, humaniza o ensalza las partes olvidadas y los deterioros de las ciudades, utilizando el abandono como soporte y la espontaneidad como técnica.
Es una realidad que cada día son más y mejores los ejemplos de street art que encontramos en nuestras ciudades y una pena que muchos pasen desapercibidos. Os invitamos a todos a enviarnos imágenes de intervenciones urbanas que os gusten o que veáis cada día en vuestros desplazamientos a tusfotos@masdearte.com. Con todas ellas y vuestros nombres publicaremos una galeria de imágenes en masdearte.com y en nuestro Facebook.
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