LA LIBRERÍA MÁGICA.
18 de Enero del 2012 a las 20:32:35 1 Leído (820)
LA LIBRERÍA MÁGICA.
Yo no sabia donde estaba, aquello parecía un almacén lleno de libros.
Todos hablaban entre si un idioma parecido, aunque yo no lograba entender nada.
De pronto saltó uno y me dijo ¿tú eres nuevo por aquí no? y le contesté si, que ocurre algo,¡no,,, no,! solo ten cuidado que estos libros son mágicos y no puedes despertarlos, como lo hagas, te darán la lata y luego te volverás loco.
Y de pronto veo volar al gran Don Quijote de la mancha, en su bicicleta cósmica cabalgando entre el escaso espacio de pared en pared.
En las estanterías se oían voces lejanas de personajes de de historias viejas y nuevas, como queriendo salir todos a la vez y contarme sus batallitas y cuentos.
Un caballero con barbas me chisto, diciéndome ¡que haces por aquí, no sabes que esta prohibido merodear por estos lugares de sombras y luces! No se nada, solo estaba mirando los libros, esto no son libros, son pensamientos
Enlatado en papel y prisioneros, nos cortaron las alas.
Soy Séneca el andaluz de Córdoba, aquel lleno de luz enjaulado en este libro de oro. Un murmullo debajo de la estantería, me avisan del peligro que corro, en ese lugar, pero sigo rastreando entre ellas, porque el tiempo, el mío, se detuvo y quiero saber el porque de todo esto, si solo son libros escritos en letras revueltas de un abecedario ordenado y libre.
Son pensamientos creados de muchas mentes prodigiosas, llenas de sabiduría y talento.
Aquel saldado con un brazo menos, aquel de los molinos de vientos, Miguel su nombre eterno, el creador de D. Quijote señor, el de los sueños surrealistas y caballero, merodeaba por este jardín, de marañas polvo, desorden ordenado de pensamientos.
En un recodo en el ángulo metálico de las mágicas estanterías, vi al mismísimo Federico, leyendo su cuaderno original, del Romancero Gitano, se limpiaba lágrimas de bronces de su cara enamorado, revolotean golondrinas alrededor de su cuerpo ahuyentando de su cabeza los pájaros.
Su vecina Carolina las de los bellos ojos y pómulos ovalados sonrosados, Coronado de poemas, versos de amor, toda su sonrisa iluminaba el espacio, poetisa de Almendralejos, luz de Extremadura la que sufría en silencios, su amor Espronceda.
Es que todos son voces, del ocaso al abismo, de abismo al ocaso, muchos libros hablando y yo solo escuchando sus letras, el punto, la coma, el paréntesis, la interrogación y la exclamación, riéndose del punto y coma, sin poder estar separados.
Las flexibles historias del mundo, danzando al unísono.
Sobre un camino de aire y polvo, en este desorden de paz, en un silencio ruidoso de ausencias pasadas, con palabras escritas que gritan.
En el suelo, un libro grita, esta pisado una y otra vez, le hicieron daño en las pastas, el maravilloso tanto antiguo como moderno, El Kybalión, llora de dolor y soledad, quiere la libertad que nos anuncia en sus páginas y ser rescatado a su estantería de siempre y descansar en los laberintos de sus pensamientos espirituales profundos.
Un aroma aterciopelado desde un rincón, nos comunica olores de siempre, el Almizclen, Hierba buena, a Tomillo y Romero, Miguel Hernández me habla de sus horas en la cárcel, poeta del hambre, el sacrificio, la pena y el dolor, durmiendo en una jaula sin libertad, teniendo alas para volar.
Remolinos de aires nos envuelve en la lectura, Schespeare y Lord Byron, Borges, Salinas, Cernudas, Pacheco, Valhondo, Lencero, León Felipe, Kavafis, Pasolini, Bod Dylan. Merodean entre las páginas, ordenándoos las palabras, jugando con las sílabas, los espacios, Gala, pasea su bastón.
Dentro de este templo, de la palabra escrita, nos encontramos con la señora Rosaria de Castro, Carmen Pardo Bazán, Dulce Chacón, Almudena Grande, Mª José F.S, todas colocando versos desencadenados en caminos creativos, en este Universo abecedario de lo escrito.
Se mezclan las ideas los pensamientos, alrededor de un oasis lleno de estrellas
Una fuerza invisibles de sentimientos, merodean las estanterías de un mágico pensar, los hilos del saber florecen en el techo del olvido y las palabras piden libertad
Queriendo salir aun laberinto de intolerancia y despecho.
Los libros almacenados, queriendo ser adoptados por manos limpias, sedosas, delicadas, sin manchas de violencias o intolerancias, manos purificadas del único elemento posible, la cultura y más cultura.
El saber al poder del hombre y nunca de la bestia o la oscuridad.
Desde el abismo más luminoso, donde todo ciego ve, hay hadas con sonrisas fotográficas, de luces plateadas aquí Piter-pan juega con Campanilla, juntos juegan navegando en mares imaginarios y sonrisas blancas.
La bóveda rosada y roja de pájaros nidificando las ilusiones del hombre, el tiempo está detenido en este templo de cultura solitaria.
Láminas y fotos del pasado y un futuro lineal de mesas tertulianas, donde se aman, con miradas furtivas los libros se miran.
La novela, el ensayo, el teatro, la poesía, la narración, la biografía, se casan con la luz y las sombras, iniciando un camino con un futuro de resplandor sin límite.
Ecos lejanos me avisan, de posibles tormentas literarias, un intruso dando voces y gritando, sorprende a esta librería.
Un libro nuevo viene empujando a los otros, como un torbellino con aires acara colados, entre los entrantes y salientes de cada libro, éste molestando a los otros, sus hojas se les crisparon de nervios y hasta se cristalizaron las letras.
Quiere un hueco social, entre las estanterías de la mágica librería, solo una oportunidad y tener suerte, ser cogido y leído, en su Horizontalidad Sentida permanente.
Esta Librería Mágica viviente, donde está la ausencia presente de cada historia y escritores representados de un mundo que simbolizan la cultura. Mi querida Librería no despiertes nunca.
En tus sueños está la vida.
Rafael Piedehierro Holguera.