El Gusto
10 de Junio del 2008 a las 11:13:20 1 Leído (440)
EL GUSTO
Gustavo bebía con placer la leche de su nana pecosa. Enredaba la manita en las cuentas del collar que bailaba entre los pechos sabrosos. Sentía cosquillas cuando restregaban su cara con el babero de puntitos azules. Por las noches su nana le mostraba las estrellas y las constelaciones y apenas le rendía el sueño, era introducido entre cálidas sábanas bordadas con motas de colores.
Empezó a caminar persiguiendo burbujas de jabón que la nana soplaba y aprendió a contar tragando uvas. Escribía letras sobre globos de gas que arracimaba para armar palabras. Cantaba los números de las bolas del juego de la lotería. Comía cerezas con fruición, ganaba a sus compañeros de juegos a las canicas. Finalmente creció y se transformó en un profesional del billar.
Gustavo encontró pareja a su medida asando castañas en una fiesta feliz. Los jueves, su novia cocinaba albóndigas que le deleitaban. Ambos coleccionaban pelotas de baloncesto, de ping - pong, de rugby y de football. Los dos se recreaban aprendiendo geografía con un globo terráqueo. Les fascinaba bailar en círculos hasta marearse y beber coco - ron. Su número preferido era el cero. Su lecho nocturno era una inmensa cama redonda. En el desayuno pelaban naranjas y se despedían hasta la hora del almuerzo. Lo pasaban bomba. Su relación era redonda. Gozaban de una felicidad esférica.
Pasaron los años, pasó el tiempo, y un día Gustavo se encontró en las puertas de un museo. Entró. El interior contenía pinturas clásicas, obras maestras, obras modernas, esculturas, obras actuales, instalaciones, obras abstractas, etc. Básicamente sorprendido Gustavo se trasladaba entre salas y pasillos percibiendo una extraña sensación que nunca antes había experimentado. Aquel lugar rezumaba olor a naftalina y osadía. Pero una pintura llamó su atención. Era la imagen de ¿Una esfera llena de pelotas? ¿Un círculo lleno de discos? ¿Una luna llena de lunares? ¿Una mora?. No sabía a ciencia cierta que podía representar el cuadro pero se sintió arrebatado sin poderlo entender. Fue así como Gustavo vivió una intensa experiencia estética y se inició en la percepción del arte. Dijo: ¡Qué belleza!. Se acercó interesado para leer el título de la obra y el autor, pero la tarjeta decía: “El gusto es costumbre” Anónimo.
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carlos alberto vasquez rey 2008-06-12 00:00:00
el gusto de la gente por el arte.porque interiormente una obra de arte transmite a muchas personas sensaciones, gusto, oido, sentimientos y muchas otras cosas mas.