Toda la obra de Pilar Sala tiene como característica un especial candor. Visualiza el mundo de acuerdo a una interpretación muy particular.
No tiene ninguna escuela. Es autodidacta por exelencia.
No retrata la realidad, sino que recrea situaciones reales con imágenes totalmente subrealistas producto de su creatividad y fantasía.
Más que en la observación se basa en la imaginación, hecho que hace tan característica y reconocible su obra.
Es Licenciada en Ciencia Política y la pintura fue el fruto de un desafío caprichoso.
Es indudable que no sigue la linea de ningún otro naif. Su inclinación nació por casualidad y la magia la premió desde un principio.
Pinta en forma directa, sin previo dibujo. Mezcla los azules más puros con los tonos más sutilmente elaborados; lo rústico en contraposición con lo minucioso. No le tiene miedo a los colores, producto de la falta de taller.
No es muy afecta a las exposiciones y el ruido que ellas generan, pero no obstante tiene unas cuantas realizadas, con mucho éxito.
Para llegar masivamente a los que gustan de su peculiar estilo hizo editar serigrafías artesanales (x100 unidades, firmadas y numeradas) de varios de sus cuadros. La mayoría se agotó casi inmediatamente, pues fueron confeccionadas por serígrafos muy prestigiosos y hoy adornan salas y lugares de la Argentina y otros países.
Sus obras también fueron motivo de:Tarjetas de navidad de producción propia, y de promoción empresarial, Calendarios propios de los años 2004, 2005, 2006. Etiquetas de vino naif para Bodegas de Italia, y sus imágenes forman parte de libros de lectura en Francia, y EE. UU.