Biografia
Madrid 1957-
Exposiciones individuales:
Centre Cívic Barceloneta, 2001. “Retrats”
Hospital del Mar, 2003. “Intimitats, pasteles sobre papel y cartón”.
Hospital del Mar, 2005 “Paisatges”
Colectivas:
VI Concurs d'art erótic Josep Blanc, 2001.
Centre Cívic La Barceloneta, “XP 36” ,2002.
Centre Cívic La Barceloneta, “MAC Opossats”, 2003.
Centre Cívic La Barceloneta, “Horizonte de colores”, 2004.
Centre Cívic La Barceloneta, "Entre culturas", 2006.
Jadite Gallery, "Gestual Expressions in Contemporary Art", 2005. Nueva York, EEUU.
Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo, 2006. Venado Tuerto, Argentina.
Centre Cívic La Barceloneta, "Sensacions i emocions", 2007. Barcelona.
Feria de Zaragoza, ARTZ, 2007. Zaragoza
Curador:
Centre Cívic Barceloneta: “Barceloneta Residents”, Septiembre 2004
Liz Kueneke, Chicago-Barcelona. Artista, Comisario, y Profesora de Arte. Barcelona, Septiembre 2005
Yo podría escribir paginas en las cuales sitúo el artista en el contexto de la historia del arte, pero creo que con un poco de observación, es claro que las influencias de Patxi Fernández son Van Gogh, Picasso, Boccioni, y otros impresionistas.
Entonces, prefiero hablar de porque sus imágenes representacionales y tipo-impresionistas son diferentes que todos los otros, y en una palabra, es “vitalidad.” Es la primera palabra en que pienso cuando contemplo las obras de Patxi y al artista mismo.
Por supuesto un artista y su trabajo no se pueden separar, y en el caso de Patxi, su vida, sus intereses, su proceso artístico y el producto final están tan atados. Su pequeño piso lleno de colorido en el viejo barrio lleno de marineros en Barcelona, su entusiasmo, su interés fuerte en todas las culturas, y su proceso energético y intuitivo de creación son todos visibles en sus obras. El médium que Patxi elige es el pastel porque le dejan la velocidad y la espontaneidad que el requiere. Nunca hace bocetos preliminares ni borra cosas. Mientras escucha música a alto volumen, baila, y luego dibuja, baila, y dibuja.
Este movimiento y ritmo son evidentes en sus “strokes” impulsivos y coloridos, y el ritmo de rock contemporáneo y rap dan a las obras una energía de ahora, que las diferencia de obras modernistas más antiguos. Cualquier emoción y visión que la música provoca en él es lo que aparece en el papel.
La similitud a sus modelos fotográficos importa menos al artista que transmitir que es real en el momento. Lo encuentro particularmente interesante que Patxi, inconscientemente da los rasgos de su mujer a algunos retratos, como la Gitana en esta serie de trabajos. ¿Porqué elige el artista dibujos figurativos en vez de abstractos, si él trabaja tan impulsivamente? En sus palabras, el observador (la persona que esta observando) es importante para él, y aunque cada observador interpretará sus obras de forma diferente, él quiere que el observador entre en la obra y entienda el mensaje base. En el caso de esta serie de obras, varias etnias y culturas dominan.
La pasión de Patxi por la pluralidad de culturas era evidente cuanto antes subí las varias escaleras estrechas y entré en su piso donde vi dos decenas de sombreros de todo el mundo y estanterías con las revistas de lomo amarillo de National Geographic. Todo del artista se refleja en su obra, y viceversa. El hecho de que Patxi nunca ha tenido educación formal de arte, pero que se ha educado a si mismo, muestra su pasión por el arte, y también significa que su trabajo es pura visión, y hecho sin las construcciones sociales y expectaciones del mundo del arte, ni el mercado del arte. Hay vitalidad en el artista y entonces en su trabajo, y esta seria de obras demuestra bien su energía y pasión.
Pablo Lanuza. Pintor, Crítico y Profesor de Bellas Artes. Sevilla, septiembre 2005.
La motivación esencial en el arte es un estado de conflicto permanente. Esto lo sabe muy bien Patxi Fernández en el discurso de su aventura creadora. Patxi, en perpetua evolución sobre sí mismo, parte una y otra vez desde el punto cero.
Sus trabajos sobre la figura humana, en especial los retratos están pletóricos de manchas en un caos, alejado de lo fotográfico, pero que resuelve con aparente facilidad con un gestualismo cargado de fuerza que dibuja el rictus peculiar de sus reveladoras personalidades. Aparece entonces una memoria involuntaria que recobra el ambiente íntimo, sin tiempo ni espacio. Con la misma fuerza gestual y colorista construye sus escenas paisajísticas estructurando la pintura donde abstracción y figuración se confunden. ¿Qué es lo real en la obra de Patxi Fernández? Sin duda las sombras y reflejos que producen sus fantasías. Y no hay fantasías sin sensaciones ni juicios sin fantasías.
Exposiciones individuales:
Centre Cívic Barceloneta, 2001. “Retrats”
Hospital del Mar, 2003. “Intimitats, pasteles sobre papel y cartón”.
Hospital del Mar, 2005 “Paisatges”
Colectivas:
VI Concurs d'art erótic Josep Blanc, 2001.
Centre Cívic La Barceloneta, “XP 36” ,2002.
Centre Cívic La Barceloneta, “MAC Opossats”, 2003.
Centre Cívic La Barceloneta, “Horizonte de colores”, 2004.
Centre Cívic La Barceloneta, "Entre culturas", 2006.
Jadite Gallery, "Gestual Expressions in Contemporary Art", 2005. Nueva York, EEUU.
Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo, 2006. Venado Tuerto, Argentina.
Centre Cívic La Barceloneta, "Sensacions i emocions", 2007. Barcelona.
Feria de Zaragoza, ARTZ, 2007. Zaragoza
Curador:
Centre Cívic Barceloneta: “Barceloneta Residents”, Septiembre 2004
Liz Kueneke, Chicago-Barcelona. Artista, Comisario, y Profesora de Arte. Barcelona, Septiembre 2005
Yo podría escribir paginas en las cuales sitúo el artista en el contexto de la historia del arte, pero creo que con un poco de observación, es claro que las influencias de Patxi Fernández son Van Gogh, Picasso, Boccioni, y otros impresionistas.
Entonces, prefiero hablar de porque sus imágenes representacionales y tipo-impresionistas son diferentes que todos los otros, y en una palabra, es “vitalidad.” Es la primera palabra en que pienso cuando contemplo las obras de Patxi y al artista mismo.
Por supuesto un artista y su trabajo no se pueden separar, y en el caso de Patxi, su vida, sus intereses, su proceso artístico y el producto final están tan atados. Su pequeño piso lleno de colorido en el viejo barrio lleno de marineros en Barcelona, su entusiasmo, su interés fuerte en todas las culturas, y su proceso energético y intuitivo de creación son todos visibles en sus obras. El médium que Patxi elige es el pastel porque le dejan la velocidad y la espontaneidad que el requiere. Nunca hace bocetos preliminares ni borra cosas. Mientras escucha música a alto volumen, baila, y luego dibuja, baila, y dibuja.
Este movimiento y ritmo son evidentes en sus “strokes” impulsivos y coloridos, y el ritmo de rock contemporáneo y rap dan a las obras una energía de ahora, que las diferencia de obras modernistas más antiguos. Cualquier emoción y visión que la música provoca en él es lo que aparece en el papel.
La similitud a sus modelos fotográficos importa menos al artista que transmitir que es real en el momento. Lo encuentro particularmente interesante que Patxi, inconscientemente da los rasgos de su mujer a algunos retratos, como la Gitana en esta serie de trabajos. ¿Porqué elige el artista dibujos figurativos en vez de abstractos, si él trabaja tan impulsivamente? En sus palabras, el observador (la persona que esta observando) es importante para él, y aunque cada observador interpretará sus obras de forma diferente, él quiere que el observador entre en la obra y entienda el mensaje base. En el caso de esta serie de obras, varias etnias y culturas dominan.
La pasión de Patxi por la pluralidad de culturas era evidente cuanto antes subí las varias escaleras estrechas y entré en su piso donde vi dos decenas de sombreros de todo el mundo y estanterías con las revistas de lomo amarillo de National Geographic. Todo del artista se refleja en su obra, y viceversa. El hecho de que Patxi nunca ha tenido educación formal de arte, pero que se ha educado a si mismo, muestra su pasión por el arte, y también significa que su trabajo es pura visión, y hecho sin las construcciones sociales y expectaciones del mundo del arte, ni el mercado del arte. Hay vitalidad en el artista y entonces en su trabajo, y esta seria de obras demuestra bien su energía y pasión.
Pablo Lanuza. Pintor, Crítico y Profesor de Bellas Artes. Sevilla, septiembre 2005.
La motivación esencial en el arte es un estado de conflicto permanente. Esto lo sabe muy bien Patxi Fernández en el discurso de su aventura creadora. Patxi, en perpetua evolución sobre sí mismo, parte una y otra vez desde el punto cero.
Sus trabajos sobre la figura humana, en especial los retratos están pletóricos de manchas en un caos, alejado de lo fotográfico, pero que resuelve con aparente facilidad con un gestualismo cargado de fuerza que dibuja el rictus peculiar de sus reveladoras personalidades. Aparece entonces una memoria involuntaria que recobra el ambiente íntimo, sin tiempo ni espacio. Con la misma fuerza gestual y colorista construye sus escenas paisajísticas estructurando la pintura donde abstracción y figuración se confunden. ¿Qué es lo real en la obra de Patxi Fernández? Sin duda las sombras y reflejos que producen sus fantasías. Y no hay fantasías sin sensaciones ni juicios sin fantasías.