Vitalidad, fuerza y colorido afloran insistentemente en le obra de Raúl Flores Payares, cualidades que una y otra vez, sin importar el contenido temático o el orden figurativo , son reveladoras de un trabajo intenso y una incuietud permanente ante el orden y la destrucción; del equilibrio geométrico y el caos generativo de nuevas formulaciones; de la armónica distribución entre espacio y forma y la ruptura invariable de un universo en constante cambio, contradicción y sistesis ineludible de la obra de creación.