Maria Dolores Olea Guerrero nace en la localidad costera de La Cala del Moral (Rincón de la Victoria), en Málaga (España).
La fuerza de los paisajes del campo, el brillo intenso del mar con sus lejanías y atardeceres, la negrura de una noche libre de luces de artifico fueron creando en ella un mundo propio con una seña de identidad: el color.
Este mundo, hasta entonces latente, estalla con fuerza hace unos años, y comienza a expresarse de manera totalmente autodidacta a través de la pintura.
Desde entonces, de forma atrevida, libre de ataduras y formalismos, pone a la realidad en jaque, la deconstruye, la reinventa, crea nuevos mundos, experimenta, expresa sus sentimientos sus alegrías, sus angustias, a través de colores vivos, pasionales, fuertes, con un arte abstracto que no deja indiferente a nadie.
Actualmente recibe clases en el taller de arte del ilustre pintor D. Pedro Dougnac en Málaga.