Bágoas permanentes

25 de Febrero del 2010 a las 12:15:15 0 Leído (511)



Derramo bágoas internas, eternas
e permanentes para máis señas, blandas,
blancas, intocables, impalpables, incoloras
con sabor a sal.

Pasan desapercibidas, mási ahí están
intentando sair, acusandome de blanda,
de sensible, de choromiqueira, de lela.

As veces gañan a batalla, e saen.............
avergoñandome...... as veces gaño eu e
permanecen dentro, máis pago un alto
precio en dor, ainda que a rabia do 
desconsolo segue acosandome ata
a próxima batalla loitada sen armas dunha
forma abstracta ca alma adherida as 
feridas do tempo e do espacio.

Sei que ninguha bágoa che devolve o 
tempo pasado, nin as guerras por gañar,
 nin os soños que se desvaneceron
no tempo, nin os amores perdidos no camiño,
máis servenche para vaciarte desa opresión
negra como o averno, escondida na alma
alporizada dos seres doentes con feridas
invisibles.

Máis a esperanza segue porque aínda me
quedan bágoas para chorar por tí.

Galicia,  Xaneiro do 2010

Como benvida as bagoas que ainda están sin derramar.

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Derramo lágrimas internas, eternas
y permanenes para más señas,
blandas, blancas, intocables,
impalpables, incoloras con
sabor a sal.

Pasan despercibidas, pero ahí están
intentando salir para acusarme de 
blanda, de sensible, de llorona de
tonta, de cobarde.

A veces ganan la batalla, y salen..........
avergonzandome.........a veces gano
yo y permanecen dentro, pero pago
un alto precio en dolor, aunque la
rabia del desconsuelo siga acosandome
hasta la próxima batalla luchada sin
armas de una forma abstracta con
el alma adherida a las heridad del
tiempo y del espacio.


Se que ninguna lágrima te devuelve
el tiempo pasado, ni las guerras por
ganar, ni los sueños que se desvanecieron
en el tiempo, ni los amores perdidos 
en el camino, pero te sirven para 
vaciarte de esa opresión negra como
el averno, escondida en el alma
agitada de los seres dolientes con
heridas invisibles.

Pero la esperanza sigue porque
aún me quedan lágrimas para 
llorar por tí.

Galicia, Enero de 2010

Como bienvenida a las lágrimas que aún están por derramar

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