Boneca rota
16 de Diciembre del 2008 a las 19:49:43 0 Leído (681)
Sentindome unha boneca rota,
intentei pegarme a base de
bos sentimentos, de boas
razóns, de moita solidaridade
querendome maís.
Fun pouco a pouco encontrando
a luz o final do tunel.
Analicei a miña vida e cheguei
a conclusión de que son
afortunada, non me falta
ningún membro, a saude
non e mala, teño un teito
para o frío, unha familia,
non me falta para comer.
Sin embargo, os miolos
seguen a traballar, buscan
razóns para sentirme
desgraciada, triste.
Nena, vives no primeiro
mundo, esa xa e razón suficiente
para sentirte un pouquiño feliz,
non tes que cruzar o Atlantico
en patera, non che fixeron a
ablación de nena, os teus fillos
non teñen que inmolarse para
ser santificados, non tes que sair
do teu país para vender o teu corpo,
hay tantas e tantas razóns para
sentirte ben, maís os miolos
seguen a argallar, xogan a pita
cega cos bos pensamentos,
agochanos e agochanos e por
maís cos busco, non os atopo.
Porque non xogamos ó corro
da pataca, todos collidos das
mans, cantando e bailando,
sendo un pouquiño felices.
Todo e cuestión dos miolos,
traidores, peganche a puñalada
cando menos o esperas, e todo
volve ó principio, ó círculo vicioso
no que convertemos o xogo
de vivir.
Galicia, maio do 2008
Escrito a par ca realización da obra "Bonecas rotas, deixade o prozac, sede simplemente felices "
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Sintiendome una muñeca rota,
intente pegarme a base de
buenos sentimientos, buenas
razones, mucha solidaridad,
queriendome más.
Fuí poco a poco encontrando
la luz al final del túnel.
Analicé mi vida y llegue a la
conclusión de que soy afortunada,
no me falta ningún miembro, la salud
no es mala, tengo un techo para el
frio, una familia, no me falta para
comer.
Sin embargo , los sesos siguen
jugando, buscan razones para
sentirme desgraciada, triste.
Nena, vives en el primer mundo,
esa ya es razón suficiente para
sentirte un poquito feliz, no tienes
que cruzar el Atlantico en patera,
no te hicieron la ablacción de pequeña,
tus hijos no tienen que inmolarse para
ser santificados, no tienes que salir
de tú país para vender tú cuerpo si
quieres comer, hay tantas y tantas
razones para sentirte bién, pero
los sesos siguen jugando a la gallina
ciega con los buenos pensamientos,
los esconden y los vuelvena a esconder,
por más que los busco, no los encuentro.
Porque no jugamos al corro de la patata,
todos cojidos de las manos, cantando
y bailando, siendo un poquito felices.
Todo es cuestión de sesos, traidores
te pegan la puñalada, cuando menos
te lo esperas y todo vuelve al principio,
al círculo vicioso en el que convertimos
el juego de vivir.
Galicia, mayo del 2008
Escrito al mismo tiempo que la realización de la obra "Muñecas rotas, dejad el prozac, sed simplemente felices "