ARTE PARA EL PUEBLO
15 de Julio del 2010 a las 05:48:03 0 Leído (1120)
ARTE PARA EL PUEBLO por Armando Martínez de la Rosa
Martorrev, pintor que huyó de la publicidad
AFABLE, de gran sencillez, notable su buen humor, Martorrev es un pintor michoacano de altísima calidad en el dibujo y el color, con un estilo personal labrado a lo largo de una vida dedicada a la plástica desde la infancia, ha terminado hace unas semanas un gran mural en el edificio de la Secretaría de Educación del estado.
Llega así a los 223 murales pintados en su carrera, casi todos en escuelas, oficinas relacionadas con la educación, un tema frecuente, pero de ningún modo único, en su obra.
Además de su calidad, en Martorrev destacan dos características: no ha hecho fortuna, ni la ha pretendido, con su arte, y ha huido de la publicidad como de la peste, porque la vanidad no va con él. Y esto último, en un ambiente donde el protagonismo de los artistas es pan de cada día, sea por vanidad, sea por interés publicitario y comercial, sea por todo junto.
Su obra de caballete -aunque prefiere la pintura mural- es igualmente notable en estilo y calidad. Pasa de lo particular mexicano y étnico a lo universal, en una mezcla de arte figurativo que se acerca a la abstracción; eso que él llama estructuralismo mexicano.
Hijo de padre pintor y dibujante, desde la infancia comenzó a crear. Cuando le pidió a su progenitor que fuera su maestro, obtuvo por respuesta que tendría que trabajar. Lo hizo y al mismo tiempo se inscribió en el Instituto de las Artes de Morelia. El primer día de clases entró al aula y se encontró con una sorpresa: su maestro de dibujo sería precisamente su padre.
Martorrev es un acróstico de su nombre: Martín de la Torre Vega. Es su nombre de artista plástico y no le gusta que le llamen Martín, sino Martorrev. Nació en Morelia, en 1944, y tiene residencia en Guadalajara. Después de sus estudios en Morelia, tomó cursos en España y en Italia, en la ciudad de Florencia, que es, dice, �un museo en sí misma�. También fue discípulo, por un lapso breve, de David Alfaro Siqueiros. En varias de sus obras, se nota la influencia de uno de los tres grandes del muralismo mexicano. Pero ha sido, sobre todo, un autodidacta, un experimentador, un buscador de formas y colores, para expresar sus ideas estéticas. Sus modelos, personajes mexicanos, lo mismo héroes nacionales que indígenas de las más diversas etnias del país. Eso le ha permitido -y lo hace con frecuencia- partir de lo nacional a lo universal y a lo cósmico: la idea del cosmos es otra de las constantes de su trabajo.
Si bien experimenta con la forma y el color, también labra sobre el volumen y el hueco. Martorrev es un escultor de monumentos. Su vocación por el arte público, al que le atribuye también un efecto pedagógico que propicia el acercamiento del ciudadano común a la obra estética, le ha llevado a crear grandes monumentos escultóricos. Ahora mismo, ha propuesto crear un conjunto escultórico en honor al magisterio colimense. Tendría, según su boceto, unos 14 metros de altura y estaría ubicado en un sitio de tránsito intenso de personas sobre una glorieta con diseño específico que armonice con la obra.
Aunque por la calidad de su trabajo plástico Martorrev pudiera ser un artista millonario, no lo es. No le interesa serlo. Vive del salario que como maestro le paga la Secretaría de Educación, por un acuerdo con el SNTE, para que se dedique exclusivamente a la pintura y la escultura en edificios escolares u oficinas de educación o del Issste. A esta forma de trabajar lo invitó Miguel de la Madrid, cuando era presidente.
Diferente a otros artistas, distante ideológicamente de la mayoría, tampoco les recrimina actitudes protagónicas. Es como si dijera: cada quien lo suyo y se acabó.
EL MURAL DE COLIMA
Pintado en tres muros, en el conjunto pictórico que ha creado en la Secretaría de Educación, Martorrev ha plasmado una alegoría de los valores colimenses, pero también los riesgos a que están expuestos actualmente niños y jóvenes por el deterioro de valores como la moral y la justicia, así como el deterioro de la educación.
Porque es precisamente la educación la que ha dado sustento al país y al estado, así lo refleja en el primer muro, titulado Marcha de la humanidad hacia valores universales, donde bajo un cielo donde ondea una gigantesca bandera mexicana, aparecen los rostros de héroes paradigmáticos: Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero, Carranza, Zapata, y el de colimenses destacados como Manuel Álvarez, primer gobernador, y Miguel de la Madrid, primer colimense presidente de la República. Y más abajo, en el primer plano de la perspectiva, el de educadores colimenses ilustres como Gregorio Torres Quintero, Celsa Virgen, Rafaela Suárez, Susana Ortiz y Griselda Álvarez.
Otras alegorías se muestran con el emblemático Rey de Colimán y los perros danzantes, y al centro, y una más sobre la educación bajo un árbol, que evoca los primeros años del magisterio rural. La abundancia de personajes en esta sección remite, sin duda, a las narraciones pictóricas de Brughel, que de alguna manera es así evocado. Y aparece también, como un homenaje, el rostro del gran pintor universal colimense Alejandro Rangel Hidalgo.
En otro muro, la contraparte, una composición estructuralista expone a la niñez y a la juventud gritando su soledad y los peligros por el deterioro de los valores que en otro tiempo han sido virtudes para salvar a la humanidad.
Otra sección del mural, unida a la primera, muestra al pueblo en torno a la educación y protegido por dos gigantescas manos que se tocan con los dedos y que evocan, inexorablemente, los frescos de la capilla Sixtina, en el plafón donde Dios toca a Adán con la mano para insuflarle divinidad.
Este es el mural número 223 pintado por Martorrev (los hay en 15 estados del país y además en Brasil y Chile), que viene a aportar con alta calidad al arte público de nuestra ciudad.
Ahora trabaja en Tecomán, en una vieja bodega del crucero de la estación del ferrocarril, en otro mural, que tendrá por tema la legendaria Escuela Normal Rural de Atequiza, Jalisco, donde Martorrev dio clases y donde se han formado incontables profesores colimenses.
El muralista ha expuesto en el Distrito Federal, Jalisco, Tamaulipas, Michoacán y en Madrid, la capital española, y anoche ocurrió en Colima la inauguración mundial de la colectiva titulada Pintura Genno + IK, promovida por Martorrev, con obras de Israel Zzepda, el propio Martorrev, Cristina Pérez T., José Peña, Guillermo Ibarra, Rosario Villa Toro, Mario E. Barajas, Gabriela Godoy, Patricia Reséndiz, Elva González, Irene Delgado, Alberto Domínguez, Janet Rodríguez y Margarita Villa Arcos. Y en Body Brush, Martha Marcela y Carolina Moreno, y con la proyección de un videoclip de Demetrio de la Torre y Carlos Castor.
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