Comentario realizado por: Manuel Mata Gil 924Arte - 2008-06-02 00:00:00
Título obra: LACRIMOSA - Liz- Liz Sprinckmoller, pinta en acrílico e incluso me atrevo a decir que se pinta,creando una fusión plástica músical con una carga emocional muy intensa donde la desnudez de su cuerpo llega a ser una parte más de el lenguaje musical. La falta de color intensifica el tono de la obra y el cuerpo plano de la mujer crea música, invitándonos a levantar la mirada y observar como sus manos se agarran a la vida, a ella, a los suyos, a su amor, a su pintura… Lacrimosa dies illa, qua resurget ex favilla judicandus homo reus. Lacrimosa, palabra con la que comienza una estrofa del Dies irae y que, por lo tanto, se encuentra en los réquiems, por ejemplo el de Wolfgang Amadeus Mozart. Dies Irae ("Día de la ira") es un famoso himno latino del siglo XIII atribuido al franciscano Tomás de Celano (1200-1260), amigo y biógrafo de San Francisco de Asís. Día de la ira; día aquel en que los siglos se reduzcan a cenizas; como testigos el rey David y la Sibila. ¡Cuánto terror habrá en el futuro cuando el juez haya de venir a juzgar todo estrictamente! La trompeta, esparciendo un sonido admirable por los sepulcros de todos los reinos reunirá a todos los hombres ante el trono. La muerte y la Naturaleza se asombrarán, cuando resucite la criatura para que responda ante su juez. Aparecerá el libro escrito en que se contiene todo y con el que se juzgará al mundo. Así, cuando el juez se siente lo escondido se mostrará y no habrá nada sin castigo. ¿Qué diré yo entonces, pobre de mí? ¿A qué protector rogaré cuando ni los justos estén seguros? Rey de tremenda majestad tú que, al salvar, lo haces gratuitamente, sálvame, fuente de piedad. Acuérdate, piadoso Jesús de que soy la causa de tu calvario; no me pierdas en este día. Buscándome, te sentaste agotado me redimiste sufriendo en la cruz no sean vanos tantos trabajos. Justo juez de venganza concédeme el regalo del perdón antes del día del juicio. Grito, como un reo; la culpa enrojece mi rostro. Perdona, señor, a este suplicante. Tú, que absolviste a Magdalena y escuchaste la súplica del ladrón, me diste a mí también esperanza. Mis plegarias no son dignas, pero tú, al ser bueno, actúa con bondad para que no arda en el fuego eterno. Colócame entre tu rebaño y sepárame de los machos cabríos situándome a tu derecha. Tras confundir a los malditos arrojados a las llamas voraces hazme llamar entre los benditos. Te lo ruego, suplicante y de rodillas, el corazón acongojado, casi hecho cenizas: hazte cargo de mi destino. Día de lágrimas será aquel día en que resucitará, del polvo para el jucio, el hombre culpable. A ese, pues, perdónalo, oh Dios. Señor de piedad, Jesús, concédeles el descanso. Amén. Liz Sprinckmoller, artistadelatierra! Un abrazo a todas las personas enfermas de cáncer. ARTISTAS UNIDOS!! Que los días de lágrimas, mojen el lienzo. Crezcan obras llenas de ramas, flores y frutos. Y todos podamos comer con una sonrisa. La que da sentido a nuestro trabajo de Artista. Manuel Mata Gil |