A José Saramago después de no decir adiós.
29 de Junio del 2010 a las 04:33:57 0 Leído (348)
“…tal vez sea esa muerte próxima lo que nos hace aún más preciosa esta magnífica pintura”
Y tu nombre se abstrae entre la bruma de los colores dispersos del conocimiento humano, quizá desde tus manos pobres y la pobresa de nuestras manos querido José.
…“Las mujeres que tuve hasta hoy están muertas, y tanto más muertas cuanto más las amé. A ninguna de ellas amé lo suficiente para que yo mismo muriera de algún modo en la muerte de ellas.”
Y hoy dejas sentir que algo mío ha muerto, quizá porque te amé sin amarte como tú a las mujeres que muertas sin ser muertas te dejaron morir; así mismo con ese sabor de joven cerrajero hasta la tinta de la pluma que nos deja morir en el silencio más encendido, José Saramago nos arrastras a la nueva existencia.
Y precaria mi alma te dice hola en la oscuridad bajo tu propio concepto:
…“el pavor que sé haberse implantado en aquellos pobres corazones, o cerebros, o venas, o sexos, aquella oscilación metronómica entre la muerte y la vida, aquel furor de proclamar eterna la propia definición de lo precario.
“Entre muerte y vida, entre grafía de muerte y grafía de vida”
Tomaste la barca como esa pintura imaginaria y los textos citados de Manunal de pintura y caligrafía.
Hasta pronto José.
Luis Vargas Cereceda