La fundamental condición del talento artístico es la posesión de una susceptibilidad aguzada y sensible ante las determinadas facetas de las cosas. En Luis Montúfar este signo es identificable desde su edad más temprana.
Armonía de la sensación y de un sentimiento respecto a la totalidad de los objetos naturales. Nuestro artista vive inmerso en la naturaleza, esta es la sustancia que nutre su obra. Desde luego, poseer estos dones significa solo un paso previo a la capacidad creadora. Este requisito - si cabe la expresión - indispensable para todo artista, ha sido superado por Luis Montúfar gracias a un oficio tenaz: entrega integral al arte, él nunca ha hecho otra cosa que dibujar y pintar y por cierto, estudiar, ensayar, investigar, probar, actos ineludibles para la formación de un pintor.
Obra madura e inquietante, cuadros de colores cálidos y limpios, dominio de luces y sombras, limpidez abrumadora, símbolos vividos por el pintor. Belleza, armonía colores que convocan y evocan.
Marco Antonio Rodríguez Presidente CCE