Hace 7 años, cuando trabajaba como ingeniero químico en una región de la costa caribe colombiana, tuve la oportunidad de ver algunos de los paisajes naturales mas hermosos que había visto en mi vida.. Los atardeceres teñidos de un ligero tono carmesí, combinado de una forma casi poética con la mas diversa gamas de azules en el cielo, provocaban un torrente de sentimientos y emociones en lo mas profundo de mi ser, y fue justo en esos instantes cuando comencé a percibir que poco a poco crecía dentro de mi esa necesidad inexplicable que día a día me acompaña, de expresar y transmitir esas emociones y sentimientos que vienen a mi cada vez que tengo la oportunidad de estar en comunión con la naturaleza.
Días después de mi regreso a Bogota, tome la decisión de renunciar a mi trabajo. Recuerdo que en esos días, rondaba con persistencia en mi cabeza la idea de comenzar a pintar, olvidándome de todo, aun de mi profesión, pero no sabía por donde empezar, ni siquiera conocía una técnica que me permitiera plasmar en un lienzo todo aquello que quería transmitir.
Luego de pocos meses, al practicar e investigar de una forma autodidacta, logré manejar con destreza la técnica de húmedo sobre húmedo, lo cual se reflejaba en los comentarios positivos de mis amigos y familiares acerca de los pocos cuadros que había pintado hasta ese momento. Es así, como antes de transcurrir mis primeros 6 meses como pintor, ya estaba comenzando a vender mis obras. Tiempo después, comencé a estudiar por mi propia cuenta todo lo relacionado con el arte, inspirado en el trabajo de grandes pintores naturalistas como el cubano Tomás Sánchez, o los colombianos Gonzalo Ariza y Luis Monje. Aquellos fueron días económicamente difíciles, puesto que debía repartir el tiempo entre mis labores de estudio, investigación y desarrollo de mi propia técnica en la pintura y el trabajo.
Hace aproximadamente algo más de 2 años que me dedico exclusivamente a vivir de la pintura en Colombia, un país donde el mercado del arte es muy cerrado y menos del 10% de los artistas viven de comercializar sus obras. Mi objetivo es seguir aprendiendo y creciendo como pintor, expresando mi visión de la naturaleza y despertando emociones y sensaciones en todos aquellos que observen mi obra; se que el camino es muy largo y apenas comienza…
Juan Carlos