Muy bonitos los colores. Al contemplar la obra, es como si hiciéramos un viaje mecidos por el viento y acunados por el firmamento. El vuelo es agradable y sin temor a golpearse. Abajo espera una cuna forrada de cálidas aguas y una tierra que acoge y alimenta a toda raíz que en ella quiere crecer y hacerse más fuerte. Esta obra esta cargada de sensibilidad. Enhorabuena María Esther.
Y enhorabuena a AntonioGuzzo, describió muy bien tu obra