Naufragio
16 de Junio del 2011 a las 16:54:50 0 Leído (572)
Hay un silencio detrás de “La Era de la Comunicación”, que es, ni más ni menos, que el del propio ser humano. Televisión, telefonía móvil, redes sociales, nos unen hasta el punto en que podemos hablar de lo que sea, siempre que haya un teclado de por medio. Es a la hora de enfrentar las caras cuando esta comunicación se vuelve complicada para muchos.
Una mirada curiosa, un despiste a la hora de saludar, se pueden convertir en una forma de actuar agresiva para aquel que se ha acostumbrado a las miradas maquilladas y frases calculadas que nos ofrecen estos medios de comunicación.
El hombre, un extraño para el hombre y para sí mismo. Es el mensaje de Naufragio, y lo que denuncia.
Tres figuras solas de cada una de las demás, y de ellas mismas. Háblame, dime algo, ¿Por qué no me dices nada? Son preguntas de tres personas, arrodilladas sobre arena, que han olvidado cómo hablar con alguien, como mirar a alguien que nos mira.
Estos Náufragos se encuentran solos sin estarlo, solo necesitan que les recordemos como saludar y mirar a aquellos que se hayan a nuestro alrededor.
Esto no lo han olvidado todos los que se reunieron y gritaron el 15M, ejemplo del buen uso de esta oportunidad que se nos brinda de estar, aún más, en conexión. Fueron esas redes sociales a través de las nuevas tecnologías, las que posibilitaron toda esta revolución de gentes unidas en una única causa.
Por todo ello, esta obra está dedicada al recuerdo de esa fecha, de los “Indignados”, y llama a aquellos que no han podido darse cuenta de lo que vale el roce de una mano que se tiende amigablemente o de unos labios que te besan la mejilla o de un grito unísono de libertad y respeto hacia todos.