En su obra materializa los recuerdos de paisajes guasavenses que persisten en su memoria, pintados en una técnica tradicional y de manera figurativa en una atmósfera vaga e imprecisa para crear un ambiente onírico y dotar de expresión visual sus experiencias emocionales.
Sitúa al expectador en un paisaje de fantasía dando efectos de luz como si estuviera envuelto en una niebla.
Usa la línea para poder limitar los personajes que integra a la composición realizando actividades.