Al principio de su carrera estuvo muy influenciado por los artistas del mundo del Cómic, algunos de la relevancia de Mike Mignola, Bill Sienkiewicz o Frank Miller,
pero conforme avanzaba en conocimientos tanto estéticos como conceptuales le impresionaron los trabajos de Vicente Segrelles, pintor e ilustrador de índole fantástica lindante con un surrealismo plagado de hallazgos insólitos, muy famoso en su época.
Blanchart se aleja paulatinamente de toda influencia primeriza, encauzando sus obras por derroteros más personales inspirándose en la temática del denominado cine negro, con sorprendentes ángulos lineales y sabios efectos de claro oscuro que servirán para dar título a la serie.
Siempre activo, se inicia en el Espai de la Fotografía "Francesc Català Roca", dónde conoce a grandes fotógrafos de la categoría de Robert Capa y Henri Cartier-Bresson, lo cual le impulsa a profundizar en la tecnología de atrevidísimas perspectivas y del siempre complicado ensamblaje de las luces y las sombras.
Cara al futuro, Blanchart dedica sus afanes a experimentar en otros terrenos más comprometidos plásticamente. Le interesa en particular, el arte Abstracto escogiendo como punto de arranque las obras de la última época del pintor inglés Turner, el fabuloso paisajista-marinista que tanto influyó con sus masas de fulgores atmosféricos al estallido deslumbrador del color en toda su pureza e intensidad, que abrió camino al arte no figurativo.
Entre sus preferidos de las últimas hornadas, se halla Jackson Pollock, el cual le atrae sobremanera por sus brutales manifestaciones de embriaguez pictórica lindante en lo patológico.