Tengo una inquietud permanente por la creación artística. Mi historia refleja una búsqueda inagotable de diferentes maneras de expresarme a través del arte.
Recorrí largos y tediosos caminos académicos en busqueda de aquello que finalmente apareció en el 2004, de la mano del Maestro Heriberto Zorrilla.
Descubrí en la pintura el juego perdido. La inocencia del que se sorprende ante todo lo nuevo y el tiempo sin agujas.
Elegí que esta es la forma en la que quiero mostrarme ante el mundo. A través de mis pinceladas me comunico con el expectador. Pero no quiero decirle nada. Sólo están ahí. Para ser descubiertas por quién esté dispuesto a ello.