arcadia

13 de Febrero del 2008 a las 13:44:48 0 Leído (616)

“Damas y caballeros de tan rectas conductas, tan rectas como el intestino” así empieza uno de los escritos de Byron González, escritor nicaragüense que reside en Canadá, del que tengo el honor de ser amiga.
Con la relevancia cada vez mayor que tiene el arte, la pintura; que indefensos, solos y confundidos quieren dejarnos a los artistas ¡
El arte ha sido y será siempre de interés. Pero el aluvión de obras que se muestra, el nulo poder comunicativo de algunas, las estrategias de venta, han puesto a la defensiva a un sector creciente de amantes del arte contemporáneo.
De las obras que invitan a concentrarse con todo el poder que tiene un ser con independencia mental pocas están al alcance de su vista. Copados por galeristas, marchantes y gentes sin escrúpulos, las vías para mostrar el trabajo se reducen cada vez más, y al que se escapa del circuito, pocas oportunidades de vivir de su trabajo le quedan. Pocas oportunidades.
Asimilar que uno es artista requiere un tiempo y un compromiso. Ser emprendedor y presentar las obras a la antigua manera, pretender una atención reverencial, un error.
Es difícil encontrar un medio inequívoco que atraiga al público de forma ética El mundo actual, de alta tecnología e interactivo invita a mostrar la obra fuera de las salas de exposición. Lo mismo les ocurre a los músicos y eso me lleva a pensar….. Deberíamos pedir nuestros derechos de autor a tantas y tantas galerías virtuales que muestran nuestros trabajos?. Deberíamos pedir al observador un canon por “descargar” nuestras obras?
Creo que mis pensamientos siguen las pautas que les marcan mis intestinos. Siempre retorcidos de dolor por el hambre al que nos someten.
“AnaIsJanis”
(ana alonso)

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