curvoexpresionismo nostálgico 2006
Pienso que la muerte no es más que un proceso mediante el cual, la materia que compone al ser vivo se descompone y se transforma al estado gaseoso, fundiéndose con el aire, con la atmósfera y en definitiva, con el universo, que está en todas partes y que lo forma y compone todo, omnipresente, omnipotente, donde el tiempo transcurre a otra velocidad, otra dimensión, o infinitas dimensiones, relativo y desconocido para nosotros, que sólo podemos percibir lo que nuestros sentidos (la cáscara o envoltorio) nos dejan percibir del exterior. Todo eso que no podemos percibir y que nos rodea es LA VERDAD, lo que el ser humano busca a lo largo de toda la evolución. Formamos parte de este proceso, y cada uno se curra su parte, pero dependemos de lo que curren todos los demás, estamos dentro del mismo saco, el universo.
El motor que nos mueve a la vida y que hace posible al milagro de la evolución es EL AMOR.
LA VERDAD no puede estar en las ideas que provocan conflictos entre los seres, nacionalismos o cualquier otro tipo de agrupación separatista o sectárea. Tiene que estar en aquellos puntos comunes entre todas las formas de pensamiento, filosofías o religiones. La utilidad de las religiones es similar a un torbellino de ideas. Todo aprendizaje surge de un conflicto entre ideas distintas, la teoría se construye contrastando distintas hipótesis. Esa es la función de las religiones, y creo que hay que valorarlas y respetarlas a todas, pero no dejarnos encasillar por dogmas que coarten la libertad de continuar evolucionando, que es nuestro objetivo, evolucionar hacia SER imagen y semejanza de Dios, o fundirnos con él en la misma materia, en el mismo SER.
“Bodegón en la cocina,...