Un Mundo Místico
24 de Enero del 2011 a las 20:48:59 0 Leído (791)
Cecilia Scaffo, pintora de vocación, dotada de un bagaje pictórico, se va abriendo camino de forma lenta pero segura.
Su trayectoria artística le ha conducido a una plena consolidación de un lenguaje propio, no sin antes haber recorrido un arduo camino de aprendizajes, rupturas, y desconcierto. Para sintetizar dicha evolución, puede ser de gran utilidad la explicación de períodos representativos.
Podemos hablar en primer lugar de un Período de formación situados entre 1985 -1990. Época donde la artista forja su dominio sobre la técnica pictórica y posteriormente, rompe con la naturaleza para entrar en un mundo donde solo piensa en las formas, las líneas y los colores.
Será entre 1991 y 1995 cuando la artista debe encontrarse a sí misma. Se trata de un Período de Transición, en la cual, nacen " Serie de Jeroglíficos".
Los llama así por sentirlos como una escritura de un mundo interior, espiritual, místico, llenos de poesía y ritmo.
La ruptura con el naturalismo no será definitiva. Es a partir de 1992 cuando comenzará un nuevo período, que podemos denominar "Período de consolidación". La abstracción y la figuración se alternan para fundirse en una única obra singular, personal. Donde su pintura llama la atención por su colorido alto y entonado, vibrante y bien valorado. Se caracteriza por la consolidación de su propio lenguaje pictórico, pasa de una visión real a una visión mental de su entorno.
Paul Klee fue el primero en decir que la función del arte no es "representar lo visible, sino hacer visible aquello que no es evidente".
Cecilia Scaffo nos brinda una oportunidad de tomar contacto con su obra; nos ofrece una exhibición del dominio del oficio y nos trasmite así mismo esa "emoción" mas allá de las reglas.s.
Nos ofrece abiertamente " Su Mundo Místico".