Marcos Mesa (Burgos, 1981) es un pintor-pintor (o sea, un pintor propiamente dicho, “como los de siempre”), formado en Barcelona (estudios de Ilustración) y en Madrid (licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense), pero cuya obra está orientada conceptual y espiritualmente por la filosofía animista. Consecuentemente, los materiales (añadiendo tierras y ensamblando maderas y elementos metálicos, al lado del óleo y del acrílico) y los contenidos (inclusive los mismos títulos de muchos de sus cuadros, como La Puerta Roja o Camino con vías) marcan siempre una interpretación animista del paisaje, que es el principal referente figurativo de estas obras. Así pues, lo que Marcos Mesa busca a través de sus acrílicos ligeros (realizados sobre lienzo) o mediante los densos empastes de sus óleos (realizados sobre tabla) es darnos su versión poética del Alma del Mundo, la cual provoca la reducción de la totalidad a la unidad, en la que todo está entrelazado, mezclado armónicamente por el demiurgo mítico de las ideas y de la materia, de la esencia de lo Mismo y de lo Otro. El origen de la pintura está, según Marcos, en la propia materia, como defendieron ciertas doctrinas antiguas y renacentistas, pero sin olvidar, por otra parte, determinados elementos “de transcendencia espiritual” derivados del arte extremo-oriental, y concretamente de la poética del budismo zen.
José Marín-Medina, crítico de arte, académico y profesor.