Hola, soy Carlos Jiménez Duarte; soy de Colombia aunque desde hace algunos años me he declarado ciudadano nativo del planeta Combray, que es un lugar resplandeciente de imaginación. Cuando descubrí a Melquíades en las páginas de un libro, fue para mí un hallazgo fascinante de magia y misterio, una figura que en su naturaleza poseía una maestría lleno de secretos y experiencia, por lo que su nombre se convirtió para mí en un amuleto de admiración de su vida espiritual. Solo hasta años después de leer el libro, decidí autografiar mis imágenes con la bendición que ha significado su encuentro.

La verdad sobre Melquíades es que su identidad me ha proporcionado la capacidad de viajar en el conocimiento de la Vida. Mi actividad de artista me ha permitido adentrarme a ese mundo interior, conocer mis propios límites para desafiarlos a medida que sueño, descubro y me permito avanzar. En cada obra que realizo dejo que mi pensamiento vuele, se expanda, lo mismo que en un sueño en el que brota la imaginación, me lanzo a la conquista de esos mundos astrales igual que si estuviera escribiendo una página de un libro. De hecho, parte de lo que mi mente no alcanza a plasmar a través de la pintura, lo transfiero a las manos de la literatura, que es otra de mis pasiones. Todo el Universo estético que he ido gestando durante años ha sido una búsqueda a largo plazo por liberarme en la fantasía de los mundos y personajes que mi mente concibe. Combray y Yunzabit son los nombres de dos de esos lugares resplandecientes de magia y en varios de mis cuadros, se produce una escena en la que los personajes participan como si estuvieran protagonizando una historieta. Probablemente en un futuro, soportándome en la misma experiencia que he ido adquiriendo en el arte, tenga el valor suficiente para darle una estocada perfecta a mi creación con la escritura de un buen libro, de la misma manera que ya lo he ido logrando en algunos de mis cuentos en los que presento esos elementos y espacios que reflejo en mis cuadros.
Las personas que me conocen saben que soy una persona alegre, divertida, amante del arte del buen vivir y ante todo un guerrero que lucha por todo lo que sueña. Me considero un hombre de palabra, que cumple con las metas que se propone, que sabe lo que es ganarse la vida honradamente. Mi existencia transcurre en la aventura de lo mágico y lo espiritual de la experimentación estética. Siento que el ejercicio de la creación de la obra de arte es para mí un momento único de intimidad, en la que mi conciencia va madurando, la humanidad y la santidad.

Carlos Jiménez Duarte

Melquíades