Meko (1967)
Quintanar de la Orden (Toledo. España)
La intemporalidad y la materia de la imagen como eje de la experiencia visual determina la producción artística de Meko. Intemporalidad, imagen y materia en una obra cuyo camino discurre entre el arte conceptual y el arte matérico, entre el compromiso colorista e informalista y la constante búsqueda de la reinvención.
Meko emplea técnicas que mezclan los pigmentos tradicionales del arte con materiales como arena, tela, paja, cuerda, etc., con predominio del collage y el assemblage, y una textura cercana al bajorrelieve. Utiliza la mixtificación técnica y el empleo de materiales heterogéneos, muchas veces de desecho o de reciclaje, mezclados con los materiales tradicionales del arte buscando un nuevo lenguaje de expresión artística. Aplica su mixtura de diversos materiales en composiciones que adquieren la consistencia de muros o paredes, a las que añade distintos elementos distintivos. Imágenes que reflejan una gran preocupación por los problemas del ser humano: la enfermedad, la muerte, la soledad, el dolor o el sexo. De tono afín con el existencialismo señala el destino trágico del hombre, pero también reivindica su libertad, la importancia del individuo, su capacidad de acción frente a la vida, en definitiva, la búsqueda libre del conocimiento.