" Acá está todo lo que tenés que tener en cuenta sobre mi vida", dice Melina, extendiendo un papel con un tajo en el medio y una quemadura más abajo.El asunto es que para ella, el soporte artístico excede a la tela.Cada acción de su vida es el lienzo donde desarrolla los bocetos de su obra. Sólo con una mirada punzante y aguda sobre la cotidianeidad puede extraerse la materia para la creación. Y Melina rey Palacios tiene ojos capaces de captar el surrealismo en el aparente tedio de la normalidad: Un labio partido, la extraña bestia que surge de la fusion de dos cuerpos humanos, la impecabilidad de los caballoos. merlina observa el mundo, lo interpreta, lo interpela , lo incorpora y lo dispara nuevamente en forma de cuadros. Su existencia es el canal a través del cual parecen expresarse dioses, personas y geografias.
Los datos biográficos arriman pero no alcanzan para definir en profundidad su particular perfil. De todos modos, para comprobar la existencia física de esta pintora, puede decirse que (según la hoja rota y quemada): nacío el 16 de julio de 1981 en Buenos Aires. Que se crío entre los cuadros de su padre Alfredo Rey, dibujante retratista. Que las instituciones educativas no pudieron maniatarla en sus establecimientos, pero que cursó la tecnicatura en la escuela de Cerámica Fernando Arranz, donde extrajo conocimientos sólo de aquellas horas cátedra dotadas de vitalidad: las clases de dibujo y cerámica. Que desde el año 2000 estudío pintura hiperrealista con el maestro taiwanés Sui Lim, con quien alcanzó un alto nivel técnico que le permitió llevar al lienzo la luminosidad que a veces la vida no ofrenda. Que de la mano del estudio y la enseñanza de la danza árabe conoció las posibilidades impensadas de los cuerpos en pos de seduccion y la belleza. Que interpretó los textos del libro 28 días, del escritor Diego Skliar, para ilustrar las tapas que terminaron de conformar la identidad de la obra. Que residió en diversos puntos del país y viajó por el mundo, recorriendo paisajes, arquitecturas, sabores y religiones que dotaron sus pinturas de un mestizaje capaz de fusionar el arte de los pueblos originarios de noroeste argentino con las edificaciones europeas, el glaciar perito oreno y las enseñanzas de krishna a traves del Bagavad Guita.
En sus cuadros ,Melina logra la convivencia de lo que el tiempo y el espacio no pueden reunir. El resultado es una obra singular, acorde a la vida de una autora entregada a un viaje de conocimiento cuya única constante es la transformación.
Diego Skliar, escritor Argentino.