De lo formal y en resumen...
Autodidacta en la plástica, educación básica-media superior sin novedad...
Así pues, cierto día mientras vagaba por mi ciudad natal me encontré con un amigo, Juan Pablo, que me invitó a visitarlo en su galería/taller. Mi incursión formal en las artes plásticas inició apenas llegué al lugar, como todo lo que vale la pena: sin planes y sin grandes expectativas. Un saludo formal a Pablo Gustavo, socio de mi amigo en la galería, unas cuantas maniobras para hacer espacio, colocar un caballete y "en menos de lo que canta un gallo" estaba trazando un dibujo...
Tiempo después trasladaron el taller a casa de Pablo Gustavo González, quien me extendió una invitación a seguir participando; inmejorable oportunidad para observar y aprender la aplicación técnica del óleo. También asistí varias semanas al taller de Francisco Alba, convidado por él mismo, en donde realicé varios cuadros apoyado por sus explicaciones durante el proceso...
Y luego, al taller de Francisco y Cuauhtémoc Velázquez, dos excelentes artistas plásticos de los que no termino de aprender...
Una noche lluviosa de enero partí rumbo a la ciudad de Oaxaca, La verde Antequera, ubicada en el sureste mexicano, lugar en el que he pasado varias temporadas y el movimiento pictórico es mucho más intenso. Las raíces prehispánicas están presentes no sólo en los museos y zonas arqueológicas; la gente se siente orgullosa de su pertenencia, de su cultura, de sus ancestros. Y artistas plásticos como Rufino Tamayo, Rodolfo Morales, Rodolfo Nieto y Francisco Toledo, entre otros, conocidos internacionalmente, lo reflejan en sus obras...
Fue en este lugar donde la pintura se me reafirma como medio de expresión y no para sobrevivir. Cansado entonces de hacer de la pintura un oficio, me enfoqué a estudiar aspectos teóricos más específicos mientras me refinaba los litros de mezcal y cerveza correspondientes. Algunas exposiciones colectivas en varios municipios de Guanajuato y en la capital del estado de Oaxaca complementan mi trayectoria...
Ese encuentro fortuito con mi amigo Juan Pablo que menciono al principio me llevó al arte. La inquietud por depurar la técnica y buscar un lenguaje propio que me permitiera reflejar mi tiempo, aspectos sociales y culturales, fue surgiendo de las pláticas que tuve con Óscar Cejudo y Cuahutémoc Velázquez; en Oaxaca José Gallegos y Gerardo Bonilla me mostraron la necesidad de hacer de la pintura un medio de expresión; y Héctor Pablo y Javier Arrazola, la disciplina de estar constantemente pintando. Todo esto, en estricta referencia a la pintura, según mi percepción y, por supuesto, jumas aparte...
Resumiendo, no tengo un cajón de la marca Pandora. No aparento ninguna edad ni tengo ganas de partirme en dos. Soy formal y frío, sé de cierto que el sur también existe. He visto llover esta tarde, ayer y la semana pasada, es temporada de lluvias. Hace tiempo que ignoro al hombre del traje gris, jodí todos los espejos de mi casa. Por más extraño que parezca, tu nombre no me sabe a hierba, más bien a champiñones. Y el único tiempo palpable parece ser cuando ladran "los perros del amanecer"...