HOMENAJE AL MAESTRO MARIO HERNANDEZ PRADA 1923-2005

07 de Febrero del 2024 a las 20:38:46 2 Leído (10168)

MARIO HERNANDEZ PRADA
1923 2005 

A su memoria:

Hola amigos terrícolas, reciban un saludo cordial, a raíz del reciente fallecimiento del maestro Mario Hernández Prada, me puse a la tarea de buscar en los Suplementos Dominicales de años anteriores del periódico Vanguardia Liberal de Bucaramanga Santander, varias entrevistas que le fueron realizadas, a este admirable artista-explorador, inquieto y pensador consuetudinario, y a quien admiro por el legado que nos dejo con su trabajo de gran análisis científico y colores explosivos, y su forma de ver y hacer arte a su incontrovertible manera independentista y nada egocéntrica. En esta búsqueda, he logrado encontrar algunas reflexiones suyas respecto al tema del arte y su trabajo, y he seleccionado partes de sus respuestas que me han parecido interesantes a las preguntas hechas por sus entrevistadores, “logrando” este “articulo”, y he querido compartirlo con vosotros, espero sea de vuestro agrado y con el puedan conocer parte del pensamiento y obra a través de este lenguaje escrito sobre uno de los grandes artistas Santandereanos. Mas adelante la administración de este foro me permitira publicar algunas imagenes de su trabajo y podreis apreciarlo visualmente.

SU BIOGRAFIA:

Nació en Piedecuesta, Santander, en 1923.
Realizó estudios de Pintura en la Academia de Bellas Artes de Santander.
A partir de 1944, estudió en la Escuela de bellas Artes de Bogotá junto a Obregón, Grau, Ramírez Villamizar, Julio Castillo, Manuel Hernández y Alipio Jaramillo. Participó activamente en la organización del Primer Congreso de Intelectuales de Colombia. Participó en el VII Salón de Artistas Colombianos en 1946.
Realizó su primera exposición individual en 1949 en Las Galerías de Arte de Bogotá. Posteriormente viajó a Cali, donde trabajó como dibujante del diario "El País". Regresó a Bucaramanga en 1962.
1963 - Realizó una exposición individual en el Club de Profesionales de Bucaramanga. Se vinculó como profesor de Diseño y Teoría del Color a la Escuela de Delineantes de Arquitectura de Santander, cátedra que desempeñó hasta 1965. Fue nombrado Director de la Academia de Bellas Artes de Santander, asumiendo la dura tarea de reestructurar su orientación académica.
1964 - Ganó el Segundo Premio en el Quinto Salón Nacional de Pintura, organizado por la Sociedad de Amigos del Arte de Santa Marta. Participó en el Primer Salón de Pintores Santandereanos, Banco de la República, Bucaramanga.
1965 - Ganó el Primer Premio en el Primer Salón Santandereano de Pintura, Bucaramanga.
1966 - Expuso individualmente en la Universidad Industrial de Santander. Ganó el Primer Premio en el Concurso Inaugural de la Galería de Arte Glottmann, Bucaramanga.
1967 - Realizó una exposición individual en la Galería Arts Council, Hains Community Center, Winston Salem.
1968 - Participó en una exposición colectiva en el Club de Profesionales de Santander.
1969 - Expuso individualmente en el Centro Colombo Americano de Bucaramanga. Renunció a la Dirección de la Academia de Bellas Artes de Santander. Fue gestor del Instituto Santandereano de Cultura, INSAC, creado en el mismo año.
Realizo exposiciones colectivas e individuales en América Latina, Estados Unidos y Europa. Su importante labor docente impulso el desarrollo de las nuevas generaciones de artistas en Santander. Fue miembro fundador del Museo de Arte Moderno de Bucaramanga. Vivió y trabajo en Girón Santander hasta el día de su muerte.
A un mundo en cambio debe corresponder una sensibilidad nueva; tal es la institución fundamental alrededor de la cual se ordena el mensaje de Mario Hernández Prada. Su obra es una primavera amarga anunciando el corazón palpitante de una época y el reloj de la sensibilidad de nuestro tiempo. Este pintor vive en su obra la revelación progresiva de la conciencia planetaria: Fixación de las energías libres por el calor, identificación del color al espacio y percepción de este espacio como `vacío lleno'. A1 término de este sobrevuelo intuitivo, Hernández Prada reconstruye una síntesis universal con los principios energéticos universales. Haciendo la prueba de su sensibilidad total nos prepara a afrontar una nueva situación del hombre en el universo y actúa como catalizador de una realidad humana revelada poco a poco por la investigación científica". (BALMELLI, Jean Michel, 1970). (Tomado de Artistas Santandereanos en la Década de 1960.) 

 

LA CONTROVERSIA DE UNA OBRA

En 1946 el maestro Mario Hernández Prada, presento la obra: “Retrato de una generación” en el VII Salón Nacional de Arte, suscitando una polémica entre los miembros del jurado, unos de los cuales votaban por aceptar la obra, y otros por no permitir su ingreso, alegando que dicha obra contrariaba de esta forma a los maestros de la Academia quienes tildaban la obra de “irrespeto” a sus enseñanzas, cabe destacar aquí que para aquella época primaban los esquemas tradicionalistas de formación artística que venían de las escuelas del viejo mundo y que era inaceptable un Artista que decidiera romper con la tradición, que para los Colombianos de aquel entonces era considerado “Arte Clásico”. El debate en torno a la validez del estilo “moderno” y sus diferencias con lo tradicional, obliga al ministerio de educación nacional a cambiar el jurado de admisión para así poder aceptar la participación del pintor y dar punto final a la discusión. La Bogota de aquella época se dividió en dos bandos: los detractores y los admiradores de Hernández Prada, pero era obvio que el cuadro (una representación de la importancia de una identidad y afirmación latinoamericana), no podía ganar, y el desenlace final de esta discusión termina cuando el jurado decide declarar el premio desierto. 

LA VOZ DEL ARTISTA:

SOBRE LOS ARTISTAS: Me ocupo de la especie siguiente por que para mí la especie humana es apenas un paso, no muy afortunado que digamos: Por eso estamos haciendo lo que hacemos, creando maquinas aparentemente para la guerra. Pero yo lo miro desde el punto de vista de la ciencia hasta donde uno pueda meterse en el campo científico. Esa es la prerrogativa del artista, por eso es uno artista, para meterse en donde no lo están llamando y a eso es que invito a todos los artistas. Los artistas se han despreocupado por el aspecto filosófico. Por lo general, el artista de hoy piensa que el arte consiste solamente en pintar cuadros que parezcan muy originales y que asusten un poco a los demás, porque por ejemplo les presentan sus problemas sexuales. Eso son formas burdas de chantajear a sociedades timoratas, no me parece digno que uno se detenga a molestar a la gente porque esa no es la función del arte, la función del arte es muy otra.
A mi me parece que el arte de hoy, en términos generales desafortunadamente, adolece de un moralismo solapado por la grosería. Un artista dice: yo soy grosero y llamo la atención molestando a la gente, calificando o descalificando su conducta y de esta manera hago buen negocio
A los artistas jóvenes les recomiendo o les sugiero que no pretendan ser reconocidos, lo importante es que uno se reconozca a si mismo en lo que hace. Lo cual ratifica el concepto de que el estilo es el hombre; cuando uno encuentra su estilo, se ha encontrado a si mismo, hasta ahí puede uno llegar en sus pretensiones. La idea es no ser reconocido porque uno no es fabricante de cosas, uno es un buceador, un averiguador de posibilidades.Es decir, el verdadero artista no llega a realizarse. Aunque suene paradójico y contradictorio.
El mito del artista como un ser aislado del mundo que le rodea o el artista que debe vivir encerrado dentro de si mismo, para poner en mira con mucha libertad lo que hacen los demás. Es una paradoja. Porque el artista no debe encerrarse nunca, el artista debe estar ocupándose de todo y ser capaz de cualquier cosa.
Muchos fracasan en su intento de ser artistas precisamente por la imagen: “De aquel que no se unta de mundo, que no se unta de nada”. Al contrario, el artista debe estar tocado de todo. Sin escandalizarse por nada, porque el arte no es moralista ni nada parecido.
El artista tiene que estar mirándolo todo, no para correrle a los problemas, sino para hacerle frente junto con los que están sufriendo. Un artista tiene que ser así necesariamente, no hay otra manera de ser artista, pero eso no significa que se debe tomar posición de gran guru o que sea militante de un movimiento que trate de desquiciar a una sociedad organizada. Lo que debe hacer es cambiar la sociedad por medios lícitos y sentir verdadero afecto por la gente.
Naturalmente que todo es ético. Toda acción humana responde a una ética. Las libertades de carácter estético que uno tiene que tomar, responden en el fondo a una ética consigo mismo. Ética es también aquello que llamamos autenticidad; cuando todo el proceso se da, el resultado es una manifestación autentica y muy posiblemente acaba diferenciándose y por que no decirlo, imponiéndose. Porque se le ve. Se le identifica.

SOBRE EL AUTOPLAGIO: Hasta cierto punto todo ser es evolucionante. Si hay concordancia, si hay consistencia ideológica en lo que uno va haciendo a lo largo de su vida, el auto-plagio es inevitable. Porque constituye una construcción. Es como una cultura autentica, una cultura autentica es un auto-plagio permanente. Algo que muchos pueblos han perdido.

DE LO ACADEMICO: No soy amigo íntimo de la academia, nunca la he defendido, de lo que he sido defensor es de la ambición intelectual, es lo que únicamente me mueve, la manía de estar pensando. No dejar que ni una sola palabra pase sin ser previamente analizada.
El artista requiere de la preparación académica, no como su base técnica, sino para su formación y maduración de criterio. La experiencia que alimenta su quehacer diario se encargara de brindarle los restantes elementos para confirmar su capacidad de interpretar el mundo a través de su obra.
Una academia ideal seria aquella que incentive el intelecto. Reacostumbrar a la gente a pensar, no decir simplemente pinte aquí y pinte allá.

DE LA CRÍTICA: Opinar de la critica se nos ha convertido en un punto de “test”, y es por eso que a mi turno me tomo la libertad de preguntar a nuestros pintores Colombianos, si no consideran llegado el momento de cambiar esa cierta actitud miseranda con respecto a la critica, que obliga a producir cuadros adocenados y sobre la marcha de la moda, para ponernos en cambio a trabajar en cualesquiera formas y términos sobre los problemas transcendentes,- o intranscendentes si se quiere pero de “ primera mano”- ¿Que llena la vida de un hombre? Quien se considere incapaz de contemplar estos problemas y abocar su trabajo con criterio ambiciosamente universalista; de echo pierde su tiempo en la búsqueda de consagraciones interesadas y medianas, siempre pasajeras, agonizantes.
El trabajo abstracto con el que quiero explicar mi intencionalidad de vida se ha perdido un poco, entre otras cosas porque los críticos no fueron capaces de apreciarlo y definirlo correctamente. A lo mas que llegaron fue a decir que era pintura metafísica y ese mote nos lleva a un plano que no es realmente la idea exacta porque el trabajo esta basado en los grandes secretos de la física. El problema esta en que la gente cree lo que dice la critica oficial y así el arte de la pintura como lenguaje, como instrumento de comunicación de ideas pierde eficiencia, no por falla interna del arte, sino por la manera como se le cita.
El otro día leía por ahí que en Bucaramanga no hay críticos y por eso el arte en la ciudad no progresa. Eso es risible y me hace acordar de una frase mía: crítico es cualquier ser inteligente frente al espectáculo de la naturaleza. Cualquier cosa que acontezca es motivo de reflexión para el individuo. Aún cuando este no siempre se de cuenta. Entonces si, si critico es todo el mundo, lo que leí significa – debería significar- que el arte no es excluyente. El arte esta en manos de todo el mundo.
En mis manos el arte es un juego propio y consciente, la pelea continua con todo lo que desconozco.
Con excepción de la época en que comenzábamos a imponer en nuestro medio las tendencias pictóricas que actualmente predominan (1946 a 1949), y dentro de la cual – a juicio de la critica- se caracterizo mi pintura por una marcada tendencia Daliniana, Me he movido siempre dentro de los términos de un expresionismo figurativo que hoy esta abriéndose paso con renovada fuerza. No creo que se deba admirar a un pintor, sino juzgar cada obra suya con independencia del conjunto.
La moda en el hacer artístico es para mí el mayor de los obstáculos que tiene el pensamiento erudito. No hay peor cosa para un artista que su obra se encasille en cualquiera de los llamados istmos. El estar haciendo lo que mandan los “críticos” bajo la premisa de la llamada vanguardia, adormece al artista, lo vuelve facilista, no le exige esfuerzo distinto al acomodarse a lo que otros están haciendo con relativo éxito. Yo no puedo dar crédito a artistas que se la pasan haciendo cosas raras para asustar a señoras embarazadas, esas no son sino bobalicadas, estupideces que demuestran la incapacidad para hacer algo realmente valioso.

SOBRE LA PINTURA: Es algo difícil de contestar porque tiene un alcance bastante amplio. Sin embargo, la tomo en un sentido lato y digo, no sin temor de incurrir en una perogrullada, que constituye una de las mas nobles expresiones del hombre por la pureza de sus propias motivaciones que a la vez representan un espléndido horizonte de superación espiritual, y la mejor garantía de libertad individual con que contamos para construir un mundo mas acorde con los profundos destinos del ser.
Lo que a mi me interesa es sugerir que las inquietudes estéticas están ahí y que uno lo único que tiene que hacer es acercarse a la fuente del pensamiento que no es propiedad exclusiva de nadie, y ejercitar las neuronas, no es nada mágico todos lo pueden hacer, yo uso mi pintura para comunicar optimismo, hay que ir hacia delante, hacia arriba.

SU OBRA: Las cosas que yo pienso, trato y presento en mi pintura, tienden a darle sentido al hecho de que a la especie humana hay que entregarle motivos para que mejore sus condiciones en vez de estar sacándole a la cara sus fallas como si fueran pecados.
En mi obra quise conjugar la línea y el colorido, para alcanzar el logro de efectos dinámicos. Pero como puede observarse, no es un saldo de contrastes sino de tonalidades. Los colores se desvanecen y parecen ceder el paso a los que le son afines dentro del espectro, para pasar luego al siguiente, sin esfuerzo de ninguna índole. Me he propuesto tratarlo a la manera de una modulación musical, que transfiere de un tono a otro la sensación, sin quiebres que choquen o torturen, sino con suave impulso, como en respuesta al avance evocado dentro del espacio.
Durante mas de veinticinco años conduje mi obra por el lado de la abstracción, lo que para mi tenia sentido desde la perspectiva de lograr a través del lenguaje pictórico, descifrar una importante cantidad de acertijos e inquietudes sobre el universo y físico y psicológico y en especial, la posición del hombre en esos mundos. Yo creo que me sentiría frustrado de no tener a la mano la capacidad de pintar para expresar a través de mi obra lo que tenía por dentro.
El titulo que se le de a cada cuadro no importa, es secundario; lo que cuenta es el movimiento, plasmado en el color y la forma.

VIVIR DEL ARTE: No vivo del arte, me sostengo con el. Vivir es algo muy complejo que se puede hacer hasta sin dinero.
El arte esta pasando por un momento desafortunado al dejarse inmiscuir en el consumismo. El artista que se involucra en el crear para producir, para vivir; termina ahogado en la necesidad y por este camino se llena de miedos y su aliento creativo desaparece.

Articulo transcripto de varias de las respuestas de Mario Hernández Prada a entrevistas concedidas al periódico Vanguardia Liberal de Bucaramanga, Santander.


Por: Fernando Rodríguez Rojas.

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