HAPPY DAYS

22 de Julio del 2008 a las 07:29:54 0 Leído (527)

HAPPY DAYS / ADRIANA TOMATIS Galería Vértice Fecha: (inauguración) Miercoles 25 de Junio del 2008, del 25 de junio al 19 de julio Hora: 7:30 pm Lugar: Galeria de Arte Vertice, Ernesto Plascencia 350, San Isidro Happy Days es una serie de pinturas que se extiende a una ambientación, en la que elementos estructurales como las paredes y el piso de la galería adquieren el carácter de confort del espacio doméstico. Adriana Tomatis plantea aquí una genealogía de las relaciones de exclusión social en el Perú, específicamente en el entorno cotidiano de las clases altas limeñas. La artista identifica aspectos de la idiosincrasia de este grupo, que los aproxima a una cultura de ghetto. Punto importante de su dinámica social es la delegación de las tareas de cuidado y protección a miembros de un sector subordinado e incorporado al espacio privado nanas, empleadas domésticas o personal de seguridad. Las características formales de la pintura de Tomatis son fundamentales para comprender el sentido de su propuesta. El punto de partida de sus pinturas son fotografías instantáneas, que luego desenfoca a través de procedimientos digitales en sectores cromáticos en los que predomina el blanco. Estas representaciones descomponen el registro de la realidad en la lógica del impresionismo de fines del siglo XIX. La “impresión” es un concepto que emerge de los orígenes de la fotografía y luego se aplicó a la pintura, en el sentido de una imagen constituida por medio de la luz. En este contexto podríamos describir la propuesta de Tomatis como un “neo-impresionismo”, que incorpora a la pintura no sólo la fotografía y los medios digitales, sino que rescata la configuración de la imagen en términos de la percepción. Happy Days plantea también una perspectiva crítica frente a la permanencia de lógicas de exclusión y relaciones de servidumbre en la sociedad peruana contemporánea. La selección de situaciones cotidianas particulares incide en esta crítica: grupos de obreros constructores de edificios con vista al mar, niños y sus nanas o el grupo indiferenciado de corredores. Las identificaciones étnicas asociadas a clases sociales específicas en el Perú, también se hacen presentes a partir de la coloración de distintas tonalidades de piel que revelan semejanzas o contrastes. La atmósfera definida por el cielo gris de Lima y su nubosidad, está presente en esta distorsión de situaciones sociales inscritas en un paisaje. La artista compone así “estampas de la melancolía”, en las que las espaldas de un grupo de gallinazos coinciden con los blancos uniformes de nanas, y el gris blanquecino de un cielo que absorbe a los habitantes de la ciudad y los conduce, inevitablemente, a un horizonte de melancolía.

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