Me he tomado la libertad de describir esta obra con un relevante poema de una genial poetisa mexicana que tiene el seudónimo de Horizonte, de esta forma mutuamente reciproca, realizo públicamente mis mas altas consideraciones y reconocimientos mas distinguidos a una futura y gran promesa de las letras mexicanas en calidad de poetisa, siempre y cuando lo dejase como su principal hobby, yl o convertirse en la alarde tarea de derrocharnos la sensibilidad de su narrativa espiritual que bien nos pueda manifestar…
León
Regresa y espera la caída de las hojas
Regresa y espera las caídas de las hojas, y abraza entre suspiros mi vida, desnudando con palabras tiernas, este corazón que te sigue amando.
Deshoja mis andares, en la blancura de un manto solitario, lentamente desnúdame en cuerpo y alma.
Me quede a vivir como una enredadera en tu cuerpo, y deseo poder amarte con fuego, quemando esta cruel separación en el calor de nuestros cuerpos.
Regresa y espera la caída de las hojas, juntos esperemos la llegada de las brumas, y cuando caigan las hojas de tan bellos sentimientos, arropemos nuestros miedos en el sagrado calor, de este amor silenciado.
Quiero hervir en ti, déjame perderme, de tu bosque, en la enredadera de tus caricias, que el noviembre de nuestro sueño, paralice nuestros cuerpos en el deseo de vivir.
En flores fragantes de nuestro amor nacidas, juntemos pensamientos en nuestro anhelo de amar, dejando nuestras almas soñadoras, se pierdan en horas de éxtasis.
Quiero acabar mi primavera a tu lado, que se consuma y arda.
Llevarme este secreto entre mis piernas, hasta mirar la caída de la tarde y sellar este deseo de amar, en la unión tierna de dos cuerpos, que se desean y arden al placer de sentir.
Desploma tu cabeza en mi pecho, que es el nido de tristezas, y en un palpitar escucha te amo.
Mira como el amor late, se anida en todas nuestras arterias.
Deja que mi pasión tu soledad cubra, al reflejo del sol de la esperanza, déjame ser en ti, y verter mis fulgores.
Dejémonos llevar por este amor que arde, hasta que estremezcan estos cuerpos calenturientos.
Despliega tus alas a mi desnudes, y déjame mojarte una eternidad, por los fluidos de mis orgasmos.
En ti muero y vuelvo existir, hasta sentir enloquecer, así que espera la caída de las hojas, y tómame por siempre amor.
Que yo me desnudare ante tu otoño, dejare caer mi desnudez en tu hermoso ser, para seguir jadeando, a la luz dorada, y que cada hoja caída anide, el deseo absoluto, de extasiarnos en el mayor de los sentimientos, fundirnos en fuego eterno de nuestros deseos de hacer el amor.